“Son nefastos”: se trabó la negociación entre Marcelino Iglesias y los municipales, y se vienen nuevas medidas de fuerza

Durante la reciente conciliación obligatoria, el sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Guaymallén consideró “insuficiente” lo ofrecido por el Ejecutivo departamental.

Días atrás, los municipales de Guaymallén sorprendieron a gran parte de la comunidad departamental con un sorpresivo paro.

Resulta que el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Guaymallén Mendoza (SOEMGM), venía insistiendo con una recomposición salarial del 100%.

Luego de varios días de paro y movilizaciones hacia el edificio comunal, la Justicia dictó la conciliación obligatoria.

Ver: Al igual que en Guaymallén, los estatales malargüinos pararon y coparon la municipalidad

Ayer, en la Subsecretaría de Trabajo ambas partes se reunieron con la intención de llegar a un acuerdo.

Finalmente, esto no ocurrió y se vienen días complicados para la gestión liderada por Marcelino Iglesias.

“Se abrió de vuelta el dialogo con la municipalidad, y vinieron a ofrecer, además del 70% que estaba arreglado desde octubre del año pasado, un 18% en cuotas, lo cual es insuficiente para nosotros que estábamos pidiendo completar el 100 %”, dijo el dirigente piquetero Martín Rodríguez a News Online.

Si bien el referente social aclaró que trasladarán el ofrecimiento “a los lugares de trabajo”, en sus redes sociales tildó de ridículo a Iglesias. “Son nefastos. Es evidente que no tienen ninguna intención de negociar nada con los trabajadores de Guaymallén. Seguirá el plan de lucha, no digan que no les avisamos”, advirtió.

El también dirigente del Frente de Izquierda, sostuvo que desde la comuna aseguran “no tener dinero, y que la coparticipación ha estado complicada”.

Rodríguez no cree en lo manifestado por los representantes del Ejecutivo de Guaymallén: “El municipio tiene dinero, por eso está garantizando las obras, les paga a las constructoras y le sigue pagando a Santa Elena. Marcelino Iglesias tiene 200 mil millones de pesos invertidos en plazos fijos”.

“Hay dinero, no lo quieren usar para los sueldos”, concluyó.

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