En medio de la crisis económica que ha repercutido significativamente en las administraciones provinciales, los gobernadores le exigen al Gobierno nacional una compensación del agujero fiscal que se originó por la eliminación de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias. El mendocino Alfredo Cornejo fue uno de los que alzó la voz y elevó una propuesta.
En contrapartida, el gobierno de Javier Milei le pidió a los mandatarios que respalden la nueva Ley Ómnibus, una iniciativa mucho más chica a la que fracasó el mes pasado.
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En lo que refiere a cómo compensar la recaudación, hay tres posturas entre los 24 mandatarios. Algunos pretenden que sea restituido el impuesto a las ganancias tal cual estaba hasta 2023; otros que se implemente un impuesto a los altos ingresos, con otras categorías de sueldo y formas de pago; y un tercer grupo no quiere saber nada con impuestos a los ingresos de los trabajadores y pide una compensación a través del impuesto País o el impuesto al cheque.
El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, busca que los fondos perdidos por la eliminación de Ganancias, se obtengan de un mix entre la coparticipación del impuesto al cheque y el impuesto País. Creen que podría ser apoyado porque ese acuerdo fue acompañado el año pasado por todos los mandatarios.
Uno de los que pidió la coparticipación del impuesto País era el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, que intentó que el tema se tratara en el recinto durante la votación de la Ley Ómnibus. No lo logró y la negociación con sus diputados no prosperó. Recientemente, el cordobés propuso que exista un impuesto a los altos ingresos.
“Proponemos que el piso en el que se arranque a pagar sea más alto. Cercano a los $2.000.000. Y graduar el ingreso al pago. Que el que deba pagar no lo haga en forma total desde el principio, sino que vaya aumentando el porcentaje en forma escalonada”, dijeron desde la gobernación de Córdoba.
Uno de los que está a favor con esa propuesta es el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que no quiere que vuelva Ganancias, pero que precisa cubrir el hueco fiscal que le quedó por la ausencia de ingresos de ese impuesto coparticipable. “Ganancias, como estaba en octubre del año pasado, es perjudicar a los mismos que ya están viendo deteriorados sus salarios. La propuesta de Llaryora podría tener otro consenso”, señalaron sus voceros.
El santafesino Maximiliano Pullaro también respalda esa idea. A fines de enero le presentó a Francos una propuesta para que el Gobierno analice. El mandatario planteó que al 2% de la población económicamente activa, que su patrimonio es más de 6 veces el PBI per cápita, se le modifique las alícuotas en la escala de pago del impuesto a los Bienes Personales. Y que al 5% de los trabajadores con mayores ingresos, se les imponga un pago único y definitivo del 3% adicional de Ganancias. Además de incluir como variación para coparticipar fondos un impuesto al juego y a los autos importados.
El entrerriano Rogelio Frigerio es otro de los que está a favor de la incorporación de un impuesto de ese estilo. “Tiene que haber un impuesto a los altos ingresos y una discusión de pisos y escalas”, señalaron en Entre Ríos. Por su parte, el mendocino Alfredo Cornejo acercó a la Casa Rosada una propuesta en la que planteó la posibilidad de que haya otras escalas en Ganancias y que se actualice con la inflación, para que cada mes no se vayan incorporando nuevos trabajadores.
Los mandatarios de la zona centro del país tiene una mirada muy similar. Un nuevo impuesto para subsanar la herida fiscal que dejó la quita de la cuarta categoría de Ganancias y que esa alícuota se concentre en un porcentaje menor de gente. Después hay variaciones respecto al porcentaje y las categorías, pero el objetivo de fondo es el mismo.
Los gobernadores patagónicos, según Infobae, no quieren la restitución del impuesto de Ganancias. La clave está en que muchos trabajadores del ámbito privado y estatal tienen sueldos muy altos, debido al régimen salarial de la zona y las actividades que realizan. En esa lista se anotan Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Claudio Vidal (Santa Cruz), Alberto Weretilneck (Río Negro), Rolando Figueroa (Neuquén), Ignacio Torres (Chubut) y Sergio Ziliotto (La Pampa).
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“Esto no tiene que ver con la Patagonia, solamente, es una cuestión de los trabajadores. Nadie debería pagar el impuesto a las Ganancias”, dijo el santacruceño Vidal, la semana pasada, luego de la reunión que mantuvo con Francos. Fue contundente pocos minutos después de haber estado intercambiando posturas con uno de los principales encargados de llevar adelante la negociación para que se apruebe la nueva ley.
“No hay nada para negociar con el tema de Ganancias. Mucha gente cobra sueldos altos por estar en zonas desfavorables y el costo de vida es muy alto. Mucho más que otros lugares del país. Además, el Gobierno impone ideas y no escucha propuestas. No estamos muy diferentes que a principio de año”, explicaron en una de las gobernaciones patagónicas. La queja de algunos mandatarios es que el Gobierno no toma decisiones concretas, por lo que los acuerdos se dilatan y se empantanan.
Desde hace largas semanas el Gobierno intenta encontrar en los mandatarios una postura uniforme para acordar la restitución del impuesto, pero no lo logra. “Los que no quieren el regreso del impuesto no son más de 10, sobre 24 mandatarios”, advirtieron en la Casa Rosada, dejando en claro que la mayoría para lograr un consenso está.