El grupo de rescatistas argentinos que viajó a Turquía tras el sismo que dejó más de 46 mil muertos regresó este miércoles al país luego de brindar ayuda humanitaria durante 10 días en las zonas afectadas, donde logró rescatar a tres personas vivas entre los escombros a nueve días del terremoto.
“Agradecemos con orgullo el trabajo que realizaron ante el desastre, con valentía y solidaridad“, expresó la Cancillería argentina mediante un mensaje de Twitter.
“Demostraron su vocación humanitaria y trabajaron con la convicción de brindar ayuda por la vida y la esperanza”, resaltó sobre la brigada de rescatistas, que fue recibida por sus familiares en el aeropuerto de Ezeiza con carteles de “Orgullo nacional”.
Por su parte, la Embajada de Turquía en Argentina también agradeció en su cuenta de Twitter por el trabajo de la brigada local y agradeció a la Argentina por su ayuda.
“Nos alegra recibir al equipo de @CascosBlancos que participó en las labores de búsqueda y rescate en nuestro país. Amigos en las buenas y en las malas”, tuiteó la embajada.
La brigada USAR (Urban Search and Rescue – Búsqueda y Rescate Urbano), que fue enviada desde la Argentina a Turquía el 9 de febrero, estaba integrada por 28 efectivos altamente calificados de la Brigada Especial de Rescate de la Policía Federal Argentina (PFA), que compartieron trabajo junto con cuatro efectivos de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria – Cascos Blancos (Aciah).
La Cancillería destacó que el equipo enfrentó “situaciones dramáticas de manera profesional y responsable” durante la labor humanitaria, a la que se sumó junto a equipos de rescate de Francia, Australia, España, Rumania, entre otros.
La brigada argentina regresó luego de que el Gobierno de Turquía concluyera el domingo las operaciones de rescate tras el sismo, que solamente mantendrá dispositivos en las dos provincias más golpeadas por el terremoto.
El miércoles pasado, a nueve días del terremoto, el equipo argentino logró rescatar a tres personas vivas que permanecían bajo los escombros en la devastada localidad de Hatay, que aún es afectada por el nuevo sismo que se registró este lunes, que dejó seis muertos y 300 personas hospitalizadas.
Según el último balance difundido este domingo por la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), el terremoto que sacudió la zona el 6 de febrero, de magnitud 7,8 y cuyo epicentro fue en Kahramanmaras, dejó más de 46.000 muertos en Turquía y la vecina Siria, con más de 100.000 edificios derrumbados o muy dañados.