“Frené para que me des un besito, no es nada grave”, así fue el calvario que vivió una joven con un chofer de Cabify en Guaymallén

Luana recurrió a sus redes sociales para dar detalles de la incómoda y preocupante situación que le tocó vivir el último fin de semana en Mendoza. “Apenas me subí empezó a hacerme preguntas raras”, dijo.

En Mendoza la inseguridad parece importarle a absolutamente nadie. Asaltos, homicidios, riñas, son algunas de los tantos hechos que a diario reflejamos en estas páginas.

Además de los preocupantes episodios detallados anteriormente, no pueden quedar afuera de estas líneas las tremendas situaciones de acoso que viven miles de mendocinas a toda hora.

A una de las que le tocó lidiar con un hecho de este tipo es Luana Cabrera, una joven de tan solo 22 años.

El último domingo por la madrugada, luego de haber salido a divertirse con sus amigas, la joven optó por regresar a su casa en Cabify.

Tras una noche festiva y sin ningún tipo de inconveniente, Cabrera recurrió a la famosa aplicación y contrató un servicio para ir desde Luzuriaga, en Maipú, hasta su domicilio en Guaymallén.

En diálogo con News Online, la joven dio detalles de la “incómoda situación” que le tocó vivir con el chofer, un hombre de más de 30 años, que según la aplicación se llama “Martín”, y que circulaba al mando de un “Fiat Cronos” de color gris, patente “AF282JH”.

“Lo pedí por la app. Apenas llegó (el chofer), me empezó a hacer preguntas sobre la vida privada”, dijo Cabrera a quien escribe estas líneas.

Eran más de las 6:00, y si bien Luana ya iba camino a su casa, el viaje se le hacia eterno, pese a que el trayecto desde Luzuriaga a su casa era relativamente corto.

En un momento del viaje, el trabajador del volante le preguntó a su clienta “si estaba terminando o iniciando la noche”.

Estas preguntas “me hacían sentir incómoda”, dice la joven. Y si bien a le parecían “fuera de lugar” las expresiones del hombre, decidió responder: “Le dije que estaba yendo a mi casa porque había salido a bailar”.

“El me hacía comentarios como sobre que ‘yo era muy chica’, y hasta me preguntó cuántos años tenía. Inclusive me alcanzó a decir que él tenía más de 30”, añadió.

La adolescente, sumamente aterrorizada en el asiento trasero del automóvil, sacó nuevamente su celular “y le envío un audio a mi amiga como para que se de cuenta que iba hablando con alguien”.

Eso no parece haberlo intimidado a “Martín” que continuó con su interrogatorio a la joven: “Me decía que era muy linda, comentarios muy desubicados. De hecho, me dijo que me podía invitar un trago”, recordó la entrevistada.

Y continúa: “En todo momento me decía ‘corazón dame un beso‘”. Pero esto no fue todo. La situación se puso más tensa, según Luana, “a tres cuadras de mi casa”.

“Estábamos a unas cuadras de llegar y yo ya no le daba bola. De un momento a otro frena y me dice ‘estoy frenado acá y no me das bola’”, aseguró Cabrera.

Y jura que tras ese pedido, el chofer insistió: “Lo frené acá solamente para que me des un besito, dale si no es nada grave ”.

Como si eso fuera poco, el joven no dudó en decirle: “Seguro que con ese piercing besás bien, dale pasame tu número de teléfono”.

En ese entonces, además de negarse, la joven le dijo al hombre que ahí no era su casa y que debía llevarla hasta el lugar de destino que figuraba en la aplicación.

Molesto por la devolución de Luana, el hombre puso primera y dejó en el lugar correcto a Luana: “Pasaron cinco minutos y me llevó a mi casa. Al momento de bajarme, me dice ‘no era para que te enojaras, solamente era un besito’”.

Tras cerrar la puerta del auto, y una vez segura en su casa, se volcó a las redes sociales para exponer la incómoda situación que le tocó vivir.

Afortunadamente todo terminó bien para Cabrera. Igualmente, la joven jura que irá tras “Martín” y confío en que hará la denuncia.

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