Tras los trabajos, evaluaciones técnicas, inversiones en infraestructura, reparaciones y análisis de reservas, la Empresa Mendocina de Energía (Emesa) recuperó dos áreas petroleras maduras. Las mismas están en condiciones de salir a licitación.
Se trata de Loma de la Mina y Vega Grande, ubicadas en el departamento de San Rafael. Vega Grande es considerada el área petrolera más alta sobre el nivel del mar de todo el país. Emesa reactivó la concesión con pymes y con un plan de inversión de US$ 1,2 millones en dos años (2021-2022).
Además, se llevó un equipo de torre a un yacimiento de gran altura, que pasó a producir entre 14 y 15 m3 por día de petróleo. Con picos de hasta 30m3 por día. Hasta que estuvo operativo, antes de ser abandonado, producía hasta 5m3.
En el caso de Loma de la Mina, Emesa recibió el área que dejó YPF con la infraestructura en estado crítico y realizó inversiones en la reparación total de motores, compra de bomba de inyección y rendido de líneas. Operaba con números en baja, con una producción de 35,39 m3/día. Hoy tiene una producción promedio de 36,16m3/día, con perspectivas de mayor crecimiento pese a tratarse de un pozo maduro con declinación natural.
Con todos estos trabajos, Emesa logró bajar los costos de operatividad mediante una minuciosa gestión de contrataciones y con personal permanente del área.
Ahora, el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié, instruyó al presidente de Emesa, Pablo Magistocchi; y al director de Hidrocarburos, Estanislao Schilardi, para dar los primeros pasos previos a las licitaciones de estas dos áreas que pasaron de estado de abandono a operatividad plena.