Hace pocos días, el gobernador Alfredo Cornejo anunció con bombos y platillos que Rodolfo Montero, hermano de la ex vicegobernadora Laura Montero (2015-2019), tomaría las riendas del Ministerio de Salud de Mendoza.
Durante esa presentación, los funcionarios hicieron trabajo en la importancia de “un trabajo bien coordinado”, algo que evidentemente no es prioridad en el Hospital Lagomaggiore, ya que hace aproximadamente diez días que los ascensores están fuera de servicio.
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Si bien para muchos esto puede ser considerado como “algo menor”, lo cierto es que es de suma importancia que los elevadores estén en funcionamiento las 24 horas, sobre todo por los pacientes que presentan dificultades al momento de circular por el nosocomio.
“A los ascensores no los piensan arreglar hasta la semana a que viene, están desalojando los pisos altos, como por ejemplo el tercero del área de Clinica, para bajarlos a un piso donde no se requiera ascensor“, confió a News Online uno de los denunciantes que días atrás expresó su malestar por la misma situación.
Este informante, que pidió quedar en el anonimato por temor a represalias, agregó: “Están empecinados en no querer arreglar los ascensores”, siendo que la empresa que debería ocuparse de esa tarea, debería brindar el servicio a toda hora.
Fuerte denuncia de ATE hacia las autoridades del hospital Lagomaggiore
Cabe resaltar, y tal cual ha contado este diario, la empresa encargada del mantenimiento de los elevadores es la misma a la que le asignaron el mantenimiento del flamante edificio de Maternidad.
“Es inaudito que estén mezclados ahí, pacientes con patalogías clinínicas metidos ahí. Mandaron ‘fruta’ diciendo que es una emergencia clínica, pero no especificaron porque es emergencia clínica, la única emergencia es que no quieren desembolsar la plata para hacer arreglar los ascensores“, expresó un enfermero del nosocomio, que enfatizó: “Estamos totalmente desamparados“.
“Los camilleros han hecho aproximádamente 50 pases, y metiendo pacientes con patalogías clínicas en una maternidad, cuando ahí no se ocupan de eso, porque se sabe que se puede contagiar a los otros pacientes. Evidentemente, no les importa”, añadió.
“El tema es que se nos llega a caer un paciente y es responsabilidad nuestra y del paciente, estamos hasta las manos”, declaró otra trabajadora del lugar a este medio.
“Esto es un quilombo, estamos trasladando a los pacientes de Clínicas a Maternidad, es un quilombo“, dijo otro de los trabajadores, los mismos que viven atemorizados por la constante persecución de la directora Roxana Cabrera y los suyos.
La persecución y los cuestionamientos a Cabrera no son nuevos, datan inclusive desde 2021, época de pandemía en la que la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) denunció violencia institucional, hostigamiento e incumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT).
