Bentogate: las particulares llamadas pidiendo ayuda a jueces y a dirigentes K

El juez federal mendocino intercambió mensajes con su colega y miembro de la Magistratura, Alberto Lugones, y lo saludó con un “gracias hermano”. Mediante sus comunicaciones, llegaron a la conclusión que solo la senadora Anabel Fernández Sagasti podría salvarlo de un juicio político.

Los mensajes que quedaron en el celular oficial del juez federal de Mendoza Walter Bento dejan en evidencia el apoyo político que recibió desde el kirchnerismo desde que comenzó a ser investigado como supuesto jefe de una banda de abogados que cobraba sobornos a contrabandistas y narcotraficantes.

Mediante las conversaciones detectadas en su artefacto queda claro que para los interlocutores era solo Anabel Fernández Sagasti, la senadora por Mendoza y miembro del entorno de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien puede salvarlo de un eventual juicio político. También habló, en menor medida, con dirigentes de Juntos por el Cambio pero no quedaron copias de los contenidos de esos chats, reflejó el periodista de Diario Clarín, Daniel Santoro.

En su indagatoria, el juez negó los cargos que se hicieron y dijo que era víctima de la teoría K del lawfare.

En la fiscalía federal de Mendoza sospechan que el juez haya borrado la mayoría de sus 300 comunicaciones “con el auxilio de un hacker de Buenos Aires”.

Sin embargo, la división de Delitos Tecnológicos de policía de Mendoza recuperó algunos mensajes cuyos historiales no fueron eliminados a partir de la técnica de clonación de una línea de celular con los datos de la “nube”.

Fuentes judiciales confirmaron al medio nacional que el informe policial está en el expediente de Mendoza.

La línea telefónica investigada “es del juez y la paga de su bolsillo, no de la Magistratura” dijo el abogado de Bento, Mariano Cúneo Libarona. En la Magistratura esperan que la dirección de Administración confirme a quien pertenece.

“El mismo borró sus mensajes cuando se dio cuenta que tenía el teléfono intervenido. No es cierto lo del hacker”, afirmó el abogado.

El letrado dijo que ese informe “no tiene que ver con el objeto procesal de la causa”, donde su representado está procesado. Además, consideró “inconstitucional” que la policía haya clonado sus chats a través de datos que entregó la empresa de teléfonos. Cúneo Libarona señaló que él recomendó a su cliente no entregar su celular “porque sería autoincriminarse”.

El abanico de llamadas que hizo Bento cuando en enero pasado se lo empezó a vincular con esa mafia del contrabando y el narcotráfico incluye numerosos jueces, diputados, senadores y funcionarios.

En ellas se ve un esfuerzo por comunicarse por Telegram con el diputado de Juntos por el Cambio y ex gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo. Voceros de Cornejo aclararon que es cierto que lo llamó pero no la contestó. Además, en ese momento el legislador estaba aislado por haberse contagiado de Covid 19.

En esa búsqueda de apoyos, por ejemplo, el 29 de abril quedó grabado la última respuesta a un chat dirigido al juez y miembro del Consejo de la Magistratura, Alberto Lugones, en el que le contesta “gracias hermano”. Esta conversación fue pocos días de que se allanara la casa del magistrado mendocino.

En la sesión de la comisión de Acusación y Disciplina del Consejo de la Magistratura del 29 de junio, Lugones votó a favor de aceptar la denuncia contra Bento. Pero la puso en duda. “Parece un expediente de una gravedad importante”, dijo al discutir con el diputado de Juntos por el Cambio, Pablo Tonelli.

Pero Lugones advirtió que “hay mucho ruido en Mendoza. Tanto ruido que el juez denunciado (Bento) denuncia al juez y al fiscal que llevan la causa”, en alusión al fiscal Dante Vega y el juez federal de San Rafael, Eduardo Puigdéngolas.

Luego dijo, sin dar nombres, que “también sé de algún camarista que estaba circulando con un pen drive pidiendo que se dé celeridad al trámite” en la Magistratura, en alusión a miembros de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza.

“Este hecho tiene entidad pública en la provincia de Mendoza y es razonable el planteo del aplicar el artículo 11, pero no es un hecho lineal. Hay muchas cosas en juego y cuestionen que se debaten de las cuales he tenido conocimiento extraoficial”, agregó el juez y miembro de la Magistratura Lugones.

“Lo de un camarista acompañado con copias de pen drive y pidiendo que se vote de uno u otro modo no lo podemos avalar”, agregó al empezar una defensa de Bento quien cuenta con el apoyo de otros sectores del kirchnerismo. Lugones integra esa comisión de Acusación y, pese a esta relación de amistad, no se excusó de votar.

En una comunicación del 26 de abril pasado con el procurador general de la provincia de Mendoza, Alejandro Gulle, Bento hizo referencia a Sagasti como quien tendría el poder de hacer cerrar la denuncia en la Magistratura.

Sagasti preside la estratégica comisión de Acuerdos del Senado. Le dijo Gulle “yo le hablé la vez pasada (a Cornejo) y le conté lo que vos me contestes que te dijo Sagasti que le había dicho Vega”. Y Bento contestó “en un rato lo llamo. No sabía que se manejaba por Telegram”.

En esa conversación, hay manifestaciones despectivas sobre periodistas de Mendoza.

El juez federal con competencia electoral de Mendoza, también habló con el miembro de la Suprema Corte de Mendoza, Mario Adaro. El primero afirmó que el juez Puigdéngolas le habría pedido que lo recuse, pero luego lo “cagó” y además no apartó al fiscal Vega del caso.

En anteriores comunicaciones a este escándalo, Bento le sugería cómo armar ternas de candidatos a jueces a la jueza laboral y entonces miembro del Consejo de la Magistratura Gabriel Vázquez. Le pidió, por ejemplo, “porfi que Patricia Santoni vaya décima, es decir como primera suplente y no novena”. Vázquez, Bento y Lugones son parte de la lista “Celeste” de la Asociación de Magistrados de la Nación, la más cercana a los K.

Y el 1 de diciembre de 2016 Bento le preguntó “¿es verdad que hoy saldría el orden de mérito de la cámara federal de Mendoza? ¿Me podés pasar el orden?”

Y el 15 de agosto de 2017, Bento le pidió a Vázquez “si me podés averiguar si todavía hay en el Consejo algún pedido de Cablevisión en mi contra?”

Bento fue nombrado en el Juzgado Federal 1 en el año 2005 durante el gobierno de Néstor Kirchner y con el guiño del histórico operador del peronismo mendocino Juan Carlos “Chueco” Mazzón, entonces mano derecha del hoy empresario José Luis Manzano.

En 2011 hizo un resonante allanamiento con la Gendarmería en Cablevisión, en pleno conflicto del kirchnerismo conClarín.

A pedido del grupo Vila-Manzano, intervino la operadora de cable porteña, como si fuera su jurisdicción. La Corte Suprema de Justicia de la Nación determinó la nulidad de las actuaciones y cuestionó el accionar de Bento. El juez fue denunciado ante el Consejo de la Magistratura y, en 2012, el pedido de juicio político fue desestimado y Bento, finalmente, salvado por la mayoría kirchnerista.

Incluso, en diciembre de 2017 Bento le comentó al ex director Nacional Electoral Alejandro Tullio que estaban en Paraguay con “Soto Dávila”, el mismo apellido que el juez federal y electoral de Corrientes, Carlos Soto Dávila, que renunció a su cargo dos años después.

Hasta hay en las comunicaciones un chiste con un colega sobre los búhos que el coleccionaba y las lechuzas que colecciona la jueza federal y electoral porteña, María Servini. Bento integraba, también, un grupo de chat que formaron 98 jueces federales.

En otras queda claro en las comunicaciones que no quiso ser promovido a los tribunales de comodoro Py para no perder el rol de juez electoral de Mendoza. La Cámara Nacional Electoral le solicitó hace dos semanas que se tomará licencia y no supervisará las PASO y las elecciones legislativas pero Bento rechazó la recomendación.

 

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