La falta de presión, o directamente de agua potable, es una problemática que con el correr de los días se agudiza más y deja al descubierto los severos inconvenientes a los que las autoridades parecieran no encontrarle la vuelta.
El tema no es nuevo, así y todo, nadie se hace cargo. En el departamento de San Martín, tal cual ha contado en reiteradas oportunidades News Online, la situación es caótica.
Ver: Agua potable: el informe que refleja la “informalidad, negligencia y desidia” de la Municipalidad de San Martín
Y si bien en la localidad gobernada por Raúl Rufeil están al tanto de lo que ocurre con el suministro, las respuestas no llegan y los vecinos deben ingeniarsela.
La concejal de San Martín, Paula Repetto, contó a este diario que “la problemática que se da en Palmira, ocurre también en varias zonas del departamento”.
Igualmente, puso enfasis en la díficil situación que tiene a maltraer a los vecinos del distrito previamente mencionado.
“En Palmira hace aproxidamente dos años que viene dándose esta problemática. En algunos meses el servicio es mejor y a veces es peor“, dijo la edil justicialista.
Conocedora del tema y del territorio, profundizó: “El problema se divide en tres partes: en algunos sectores el agua sale con barro, en otros lugares poca o nula la presión, y en otras zonas directamente no sale”.
Al igual que lo han hecho una gran cantidad de vecinos del Este, Repetto ha pedido explicaciones por medio de pedidos de informe, sin embargo las respuestas no llegan y los lugareños se las “arreglan como pueden”.
“El 14 de noviembre presentamos un proyecto y pedimos a la Dirección de Inspección e Higiene que evalúen la red de salubridad de Palmira, para que el intendente, el Ente Provincial del Agua y de Saneamiento (Epas) y Aysam (Agua y Saneamiento Mendoza) analicen todo, pero no nos han respuestas“, dijo.
Y si bien se mostró un tanto molesta con la administración de Rufeil, también cargó contra Aysam: “Hace años que no invierten, tanto en lo que tiene que ver con el suministro como en lo referido a las redes cloacales que están desbordadas”.
A medida que la charla con este cronista avanzaba, seguía dando detalles de situaciones alarmantes, como por ejemplo lo que sucede en el distrito de Buen Orden.
“El problema mayor se presenta respecto de la salubridad del agua. Me contaban que en Buen Orden está saliendo con insectos, turbia y hasta con olor”, agregó.
Además de mostrarse en contra del accionar del Gobierno, que “por un lado te dicen que ‘hay que cuidar el agua’, pero por otro lado ves como se desperdicia con miles de cañerias rotas”, indicó que a muchas familia no les queda otra que “comprar bidones de agua“.
Claro que para que esto sea posible, los mismos deben desembolsar grandes sumas de dinero, y detalló que “un bidón de 10 litros sale entre $500 y $600 aproximadamente”, por lo que “una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesitan aproximadamente 2 bidones por semana, y si el bidón sale $550”, los usuarios precisarán de más de $4000 al mes solamente agua.
“A ese número tenemos que sumarle la factura del agua, que ronda los $2.500, es decir que al mes una familia necesita de $6.900”, añadió.
El tema es preocupante, y como se dijo anteriormente no es nuevo, así y todo los que tienen que actuar no lo hacen y los vecinos corren serios riesgos de contraer severas enfermedades en la tierra del doctor Rufeil.