A última hora del martes se conoció una jugada del Frente de Todos (FdT) para no perder el representante del Senado en el Consejo de la Magistratura.
El oficialismo se dividió en dos bancadas, quedando un sector de 21 senadores con José Mayans al frente, y otro de 14, con la cristinista Juliana Di Tullio entre sus referentes. En este último sector estará la mendocina Anabel Fernández Sagasti.
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La estrategia del justicialismo es transformar a uno de los bloques en segunda minoría, y arrebatarle así la posibilidad al PRO de quedarse con el representante para el organismo que designa y sanciona a los jueces.
Dentro del Frente de todos, el bloque de Mayans estará integrado por los senadores más vinculados con los gobernadores provinciales. El bloque Unidad Ciudadana estará compuesto por Carlos Linares, Mariano Recalde, Anabel Fernández Sagasti, Oscar Parrilli, Silvia Sapag y Silvina García Larraburu, entre otros más cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
La Corte Suprema dispuso en 2006 la reducción del número de miembros del Consejo de la Magistratura de 20 a 13, y determinó restituir la norma previa. Según la ley anterior a la del 2006, “los presidentes de la Cámara de Senadores y de Diputados, designarán cuatro legisladores por cada una de ellas, correspondiendo dos al bloque con mayor representación legislativa, uno por la primera minoría y uno por la segunda minoría”.
Voceros de Juntos por el Cambio reclamaron que la ley hace referencia a bloques, no interbloques. Hasta el momento, en el Senado el principal bloque era el del Frente de Todos con 35 miembros. La UCR tiene 18, y quedaba como “primera minoría” y el PRO con nueve, por lo que quedaba como “segunda minoría”.
Tras la transformación del Frente de Todos en un interbloque de dos bloques, la “segunda minoría” sería el bloque K de Unidad Ciudadana, con 14 miembros. Básicamente, el oficialismo pretende quedarse con los dos consejeros por la mayoría y un tercero por la segunda minoría.
