Ayer, en medio de los festejos por el triunfo de Argentina, un hombre se subió a la punta del obelisco y se sacó una selfie. El monumento está a 67,5 metros de altura, por lo que la situación generó gran tensión aunque afortunadamente no hubo heridos
Al parecer, junto a otros hinchas abrieron las puertas del obelisco, subieron las escaleras y llegaron hasta el último piso, donde sacaron banderas argentinas por las ventanas.
La Policía porteña logró convencer al hombre de que bajara. Según reportaron los efectivos, a las 23:30 los hinchas volvieron a asomarse por la ventana, pero esta vez no significó una situación de alerta.
Hacía 36 años que Argentina no ganaba una copa del mundo, por lo que las calles se llenaron de una multitud de gente.