Ya pasó un año de la muerte del periodista Sebastián Moro, sin embargo la Justicia no llega. Muy poco avanzó el expediente de su asesinato en argentino y prácticamente nada en Bolivia, donde ocurrió el hecho.
Al colega lo encontraron inconsciente en el departamento donde residía en La Paz poco después de la salida de Evo Morales de la presidencia del país aledaño. Pocos días más tarde, el 16 de noviembre de 2019, falleció en una clínica privada del barrio Miraflores.
Según explicó un médico externo, el cuerpo tenía marcas coincidentes con la tortura, por tanto, la querella espera que ello sea ratificado en el Juzgado Federal N° 1 de Mendoza.
La fiscalía de Alejandra Obregón avanzó velozmente con el requerimiento de instrucción, aunque la investigación quedó en manos del juez federal Walter Bento.
En Córdoba, la Cámara Federal aún no se pronunció respecto de otra denuncia anterior por violaciones a los Derechos Humanos en Bolivia a la que se agregó el caso de Moro. Sendas presentaciones se hicieron invocando la jurisdicción universal.
El fiscal federal Carlos Casas Nóblega, en el segundo de los casos, exhortó que se desestimara la acción. Cuando era defensor oficial de genocidas participó en la megacausa del centro clandestino de detención La Perla. La querella que presentó el abogado cordobés Rafael Ortiz denunció su postura jurídica.
Viviana Beigel, defensora de la familia de Moro en Mendoza y querellante en causas por delitos de lesa humanidad, le aseguró al diario Página 12 que “además de las testimoniales de Raquel (madre del periodista), Penélope, Melody (hermanas) y Garciarena (abogado), también se solicitaron medidas a la Cancillería. Accionamos acá porque en Bolivia sería imposible. El fiscal general de allá lo designó la expresidenta Añez. Nosotros planteamos la jurisdicción universal en Mendoza por la cercanía con la causa y porque Sebastián tenía una trayectoria previa de Derechos Humanos en la provincia. La prueba producida de manera extraordinaria por la familia de Sebastián necesita respuestas de corto plazo”.
Se presentó, por ejemplo, la historia clínica del periodista. Además queda abierta la posibilidad de citar a testigos como dos médicos que atendieron a Moro mientras se encontraba internado en la clínica de La Paz.
Según lo que se sabe hasta el momento, el desaparecido periodista fue encontrado desmayado en el piso del departamento sobre la calle Pérez de Holguín, del barrio Sopocachi.
El 9 de noviembre del 2019, un año antes de la salida de Evo Morales de la presidencia boliviana, la familia de Moro perdió contacto con él.
Ese día, el director en el periódico Prensa Rural y de la radio de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), José Amayo, con quien trabajaba el protagonista de este artículo, fue hallado atado a un árbol sobre la avenida Saavedra, en Miraflores, en el marco de un linchamiento del que logró zafar.
Una de las hermanas resolvió viajar hacia Bolivia y se encontró con el desinterés de Normando Álvarez García, exembajador argentino en ese país y una historia clínica que cree que oculta información clave para la causa.
La hermana, Penélope, contó en declaraciones a Página 12 que Álvarez García “vino dos veces a la clínica pero en la última se llevó recetas de Sebastián y no lo vi más. La embajada recién accionó después de la muerte de mi hermano. Su gente estaba apurada para que volviéramos al país”.
“Aspiro a que haya Justicia, aunque entiendo que estos procesos son largos. Como periodista y hermana, hice un balance positivo de lo que fue este año. Porque se recuperó la democracia en Bolivia y además por la batalla que dimos con la comunicación popular para que el caso no desapareciera de los medios. Les doblamos el brazo a los oligopolios que silenciaron la muerte de un periodista” comentó Penélope.
Hoy quien debe decidir sobre el expediente de maras es el juez federal Walter Bento, que fue quien se encargó de las causas por delito de lesa humanidad en Mendoza.
La familia, sus compañeros en Radio Nacional Mendoza, organismos de Derechos Humanos y la colectividad boliviana en la provincia cuyana llevan a cabo homenajes desde el sábado pasado hasta este lunes, en el primer aniversario de su muerte. Asimismo realizarán una misa en su nombre hoy a las 20:30 horas.