Este martes, Turquía firmó un acuerdo con Suecia y Finlandia para levantar su veto a la adhesión de ambos países a la OTAN, con el que allana el camino para que estos dos países, vecinos de Rusia, se sumen a la alianza militar.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson; y el presidente de Finlandia, Saulio Niinisto, sellaron el acuerdo en una reunión en Madrid junto al secretario general de la OTAN.
Turquía había frenado la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN alegando su supuesta connivencia con organizaciones como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerada “terrorista” por Ankara, así como con sus aliados kurdos iraquíes de las Unidades de Protección Popular (YPG).
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Turquía retira el veto a la entrada de Suecia y Finlandia a la OTAN. De esta forma se podrán iniciar ahora las conversaciones para su adhesión a la Alianza Atlántica. Las partes han firmado un Memorando de Entendimiento que confirma el apoyo de Turquía. pic.twitter.com/zmiqrHKsZU
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) June 28, 2022
Por su parte, Stoltenberg anunció que la OTAN va a “invitar” a Suecia y Finlandia a sumarse a sus filas después de que Turquía levantara su oposición.
“Me complace anunciar que tenemos ya un acuerdo que allana el camino para que Finlandia y Suecia se unan a la OTAN“, dijo Stoltenberg, en el primer día de reuniones en Madrid de la cumbre de la OTAN, según la agencia de noticias AFP.
La invasión de Rusia a Ucrania, que comenzó el 24 de febrero, llevó a Finlandia y Suecia a replantearse su tradicional política de neutralidad e inclinó a la opinión pública a favor del ingreso en la OTAN.
El 18 de mayo, ambos países nórdicos presentaron sus solicitudes para adherirse a la Alianza Atlántica. La adhesión de nuevos miembros a la alianza requiere el apoyo unánime de los 30 países miembros y Turquía era el único que se oponía al ingreso de Finlandia y Suecia.
Rusia advirtió en reiteradas ocasiones que el ingreso de esos países nórdicos a la OTAN tendría consecuencias tanto para sus relaciones bilaterales como para el conjunto de la arquitectura de seguridad europea.