Se trabó la venta del Grupo América y por ahora seguirá en manos de Daniel Vila y José Luis Manzano

El empresario Marcelo Fígoli se arrepintió e irá por Canal 9 y la señal IP.

El titular de Alpha Media, Marcelo Fígoli, finalmente no le comprará el canal América a los mendocinos Daniel Vila y José Luis Manzano. 

El titular de Fenix Entertainment Group cambió de parecer y ahora comenzó negociaciones con Víctor Santa María para quedarse con Canal 9 y la señal de noticias IP. Si bien las charlas recien comienzan, se supo que el sindicalista está interesado en desprenderse de esas señales, siempre y cuando en la operación también vaya incluido Página 12.

Ver: Por pedido de Massa, sancionaron a una de las empresas más cuestionadas del grupo Vila-Manzano

Tiempo atrás, tal cual reflejó News Online, el duelo de Alpha Media disputaba con Gustavo Scaglione, dueño de La Capital de Rosario, por el paquete accionario compartido por Vila y Manzano, al que también se sumó Gabriel Hochbaum. La otra mitad del grupo le pertenece a Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical.

Allegados a la operación, señalaron que la venta no prosperó porque Vila cambió de opinión y decidió no desprenderse de esas acciones.

Así y todo, Figoli no se da por vencido e insiste en tener con un canal de aire, por lo que decidió reunirse con Santa María.

Ver: Vila y Manzano compraron la mayor distribuidora eléctrica del país

Además de Página 12, el responsable del sindicato de encargados de edificios cuenta con Canal 9 y la señal de cable IP Noticias. Ambas apuestas las hizo ni bien el kirchnerismo volvió al Gobierno, luego de que recibiera un fuerte respaldo por parte del propio Alberto Fernández.

Santa María, especulando con un posible cambio político en las elecciones que se avecinan, no vería con malos ojos realizar la venta. Además, aseguran que está un tanto cansado de los conflictos judiciales que arrastra Canal 9 con el mexicano Remigio Angel González González, que insiste en que fue despejado de la propiedad del canal por su ex testaferro Carlos Lorefice Lynch, que fue quien se lo vendió al sindicalista.

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