Cristian “Pity” Álvarez, el cantante que supo brillar en Viejas Locas y fue acusado de asesinar a tiros a un vecino suyo en Villa Lugano en julio de 2018, dejó el tratamiento psiquiátrico que recibía por orden de la Justicia en la Fundación Eira en Tortuguitas y está prófugo.
El juicio en su contra fue suspendido en marzo de este año, dado que, consideró el Tribunal N°29, no estaba en condiciones de enfrentar el proceso dado su estado mental, tras ser tratado en el centro PRISMA del Servicio Penitenciario Federal en el penal de Ezeiza.
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“Se fue y nunca más regresó. La fundación ya hizo la denuncia en la comisaría de Malvinas Argentinas”, dieron a concoer desde la clínica al programa a los colegas de “A la tarde” en América, declaraciones recogidas por Noticias Argentinas. Álvarez, al momento de recibir su tratamiento, tenía la posibilidad de realizar salidas transitorias.
“Él tenía permisos para ensayar dados por el juez y esto no es una penitenciaría”, explicó Ivo Cutzarida, integrante del equipo psicológico de la Fundación Eira. Álvarez dio que hablar en redes sociales días atrás, luego de que se lo viera en una foto junto a Claudio “el Turco” García, ex futbolista de Racing,
“Estaba en un etapa inicial del tratamiento, pero requiere el compromiso del paciente, se tiene que rendir porque la adicción va a apelar a cualquier cosa por sobrevivir. Acá Pity estaba monitoreado, le hacemos tener una rutina, como hacerse la cama y cocinar, además, los incentivamos con diferentes talleres para buscar su recuperación”, agregó Cutzarida.
El jueves 12 de julio de 2018, en el barrio Samoré de Villa Lugano, “Pity” mató de varios disparos a Cristian Díaz y se fugó en un Volkswagen Polo. Luego de presenciar un recital de Ulises Bueno, se entregó en una comisaría de la Policía Bonaerense: “Era él o yo”, dijo ante la prensa.