Octubre parece haber iniciado con todo. A poco de que concluya el año electoral, los diferentes actores que buscarán dar que hablar el año que viene, comenzaron a jugar fuerte.
En el oficialismo, sabido es que nada está claro. El peronismo, que desde hace tiempo se encuentra sin brújula, no la tendrá fácil.
Así y todo, luego del intento de asesinato que sufrió Cristina Kirchner, sumado al conflicto judicial por la causa Vialidad que la tiene a maltraer, ha puesto en un lugar expectante a la hoy vicepresidenta de la Nación.
Tal es así que horas atrás, la presidenta del bloque de Unidad Ciudadana en el Senado, Juliana Di Tullio, fue clara. “Serán unas elecciones que van a tener dos caminos: una de las hipótesis posibles es Cristina jugando y del otro lado alguien que represente a la derecha”.
Y agregó: “Tengo una contradicción, porque quisiera que no, por ella, pero quisiera que sí, por mí, por el pueblo argentino”.
Esos dichos no pasaron inadvertidos, y a más de uno le generaron ruido en las últimas horas.
Esta irrupción no ha sido la única que ha encendido las alarmas en los distintos cuadros políticos. Al ex presidente de la Nación y referente del PRO, Mauricio Macri, no le convence demasiado el fuego cruzado entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, dos de los presidenciables de los “amarillos”.
Recientemente, el ex jefe de Estado avisó que “si veo que al final del camino uno garantiza el cambio y otro no, yo voy a jugar”, algo que desacomodaría a Alfredo Cornejo y Omar De Marchi, ya que el radical y el lujanino vienen coqueteando fuertemente con la ex ministra de Seguridad y con el alcalde porteño.
Pero Cornejo, ayer por la tarde, se mostró muy pegado al diputado Facundo Manes, que de hace tiempo con su “empatía” viene recorriendo las provincias.
El neurólogo también fue claro y reavivó la interna opositora: “Estoy a favor de que el radicalismo vaya con una fórmula radical. Una fórmula cruzada sería regalarle la estructura radical al PRO”.
“La mayoría de la Argentina silenciosa está presa de dos minorías intensas que no nos dejan pensar el futuro del país: hay tanta confrontación, tanta grieta de estas minorías extremas que dominan la opinión pública que no nos dejan salir por arriba del laberinto”, expresó el radical, evidenciando cada vez más las diferencias sumamente marcadas entre la UCR y el PRO.