Las redes sociales e internet, sin dudas han ayudado a nuestra comunicación. Ya sea en cualquier parte del mundo o a cualquier hora, estas herramientas nos permiten hablar con otras personas. Lo curioso de acá es que no todo es bueno en estos ámbitos, especialmente para los niños, quienes pueden llegar a estar en peligro.
Una de las formas en las que los niños pueden estar en riesgo es a través del grooming. El grooming o ciberacoso son una serie de conductas y acciones que lleva a cabo un adulto hacia un niño con el objetivo de abusar sexualmente de él. Estas personas quieren ganarse la amistad del menor y crear una conexión emocional para luego poder abusarlo.
Lo que principalmente buscan quienes llevan acabo el grooming, es introducir al niño al mundo de la prostitución infantil o también obtener material pornográfico de los menores.
Generalmente, todo empieza siendo una charla a través de internet, en donde el acosador no muestra su verdadera identidad, sino que se hace pasar por otro niño de la misma edad de la víctima. De esta forma, logra obtener datos personales del menor y trata de lograr un encuentro en donde los dos se puedan ver. Ahí sucede la tragedia. El niño ya está en manos de su futuro abusador.
De todas formas, no siempre existe la posibilidad de un encuentro, sino que también lo que suelen hacer los acosadores es utilizar técnicas de seducción y manipulación para que la víctima realice actos de naturaleza sexual y de esta forma poder obtener contenido pornográfico.
Hay algunas formas de detectar que un niño puede estar padeciendo grooming. Se debe prestar atención a los posibles cambios repentinos de conducta o humor. En este caso:
- Manifestaciones repentinas de tristeza.
- Baja en el rendimiento escolar.
- Necesidad de estar en soledad.
- Incremento en el tiempo de uso de dispositivos y encerrarse para hacerlo.
- Muestras de nerviosismo o ansiedad al momento de usar el celular.
Afortunadamente, antes de llegar a esto, el grooming se puede prevenir. Para esto se debe:
- Dialogar constantemente con los hijos para saber cómo usan la tecnología.
- Pedirles que no compartan información personal.
- Utilizar herramientas de control parental para evitar que accedan a contenido inapropiado.
- Marcarles un límite de tiempo de uso de Internet.
- Prevenirlos de los peligros que puede ocasionar agregar personas que no conozca a sus redes sociales.
Es importante recordar que ante un caso de grooming se debe dialogar con la víctima, no intentar que sienta vergüenza e intentar interrogarlo. Además, se lo debe acompañar con afecto.
Con respecto al ámbito legal, lo mejor es denunciar. En lo posible se debe recolectar todo el material que el niño haya intercambiado con el acosador y revisar todos los teléfonos o la computadora donde ambos hayan tenido una conversación o intercambio de fotos y videos. Se recomienda no bloquearlo de las redes sociales ni enfrentarlo, ya que de esta forma va a perder el contacto con la víctima. Se debe entonces, juntar todas la pruebas que se puedan para que se lleve a cabo una denuncia exitosa.
Luego hay que ir a la policía o también llamar al 137, una línea para información, asesoramiento y denuncias. También existe el Equipo de Niños. Este es un organismo que asesora y acompaña a la familia hasta el momento de denunciar. Podés llamar al 0800-222-1717, escribir un correo electrónico a equiponinas@jus.gov.ar o completar el Formulario de consulta confidencial.
A continuación, te dejamos un video que hizo la Legislatura de Mendoza para visibilizar esta problemática:
