En las últimas horas, se dió a conocer que Vladimir Putin está atravesando un delicado estado de salud. Según trascendió, el líder del Kremlin tiene parkinson y un tumor cancerígeno, pero no se conocieron mayores detalles.
El Gobierno ruso insiste en negar las versiones pero varios medios del país han confirmado la noticia ya que han llevado a cabo varias investigaciones que lo demuestran.
Por ejemplo, el instituto de investigación, Robert Lansing, aseguró que la salud de Putin cada vez está peor y que no saben cuánto tiempo más puede estar en la presidencia de Rusia.
“Las estimaciones del consenso coinciden en que el régimen está a punto de cambiar en el invierno de 2022-2023. De lo contrario, el Kremlin corre el riesgo de ser dirigido por un hombre discapacitado, con un grupo despersonalizado de personas gobernando el país”, señala el reporte.
Por otro lado, la investigación también dió a conocer que el año pasado, los rivales de Putin ya habían dicho que el hombre padecía una enfermedad física y mental. Además, informaron que visita a los médicos varias veces por semana y lo tratan desde el año 2019.
Según este instituto, los síntomas visibles de la enfermedad de Parkinson indican que en este momento se encuentra en etapa tres.
Las consecuencias de las enfermedades de Putin
El presidente de Rusia toma varios medicamentos que según la investigación realizada, afectan su salud mental. Además, se cree que su cara y cuello hinchados podrían ser un efecto secundario del uso prolongado de esteroides.
Visitas médicas secretas
Según un estudio llevado a cabo por el medio Washington Examine Putin “recibió en secreto visitas de un médico especializado en cáncer de tiroides 35 veces durante cuatro años, y pasaron 166 días en presencia del otro”.
Además, se sometió a una cirugía en secreto en otoño del año pasado.
“No apareció en público durante todo el mes de septiembre. En los círculos médicos, se cree que el presidente se sometió a un procedimiento complicado relacionado con algún tipo de enfermedad de tiroides durante este período”, señala el informe de Washington Examiner.
Putin también se dió baños de sangre de astas de venado. Esta práctica se usa para tratar diferentes patologías.
Señales obvias
A mediados del mes de abril el mandatario fue visto tratando de controlar un temblor en su mano derecha durante un encuentro con el dictador bielorruso, Alexander Lukashenko.
También hay discursos que lo muestran con el brazo derecho descansando casualmente sobre un atril, con el izquierdo recto a un lado.
Por último, en una reunión que mantuvo con el Ministro de Defensa ruso, se lo vio fijando su mano derecha al borde de una mesa. Esto claramente puede ser un intento de ocultar los temblores que le causa el Parkinson.
