Su documento dice que su nombre es Carlos José Contepomi pero “Bebe” forjó su identidad y una marca registrada.
Conductor de “La Viola”, amigo íntimo de Andrés Calamaro, fanático de Marco Antonio Solís, el impulsor del reencuentro de los Enanitos Verdes en Mendoza con la excusa de un nuevo capítulo del particular podcast Lado BB, el tipo que desentonaba en una familia católica y amante del rugby pero también en el ambiente del rock. “No encajaba en ningún lado”, contó, y sin embargo logró hacer de todos los estilos, “su lugar”.
El periodista rockero que, sin hacer música (él mismo se define como un músico frustrado), hizo de la música su propósito. Radio, televisión, libros, y ahora también podcasts. Ha recorrido el mundo y ha conocido y entrevistado a las principales figuras de la música (Charly García, Paul McCartney, Bono, Roger Waters, Maddona y la lista es interminable) trascendiendo todo tipo de fronteras de países y, sobre todo, de géneros.
“Los acabo de conocer y ya los quiero”, esa frase muestra el carisma y la energía que despertó su presencia en el estudio de Radio News. “No tengo nada que ocultar”, continuó diciendo frente a las ansias de las preguntas de quienes estaban frente a él y los micrófonos. Y así, empezaron a quedar en evidencia las virtudes que explican su vigencia como “uno más” entre las figuras de la música.
Bebe Contepomi a sus 50 años ya hizo de todo pero los desafíos no dejan de cruzarse en su camino. Y es que su pasión y su desparpajo parecieran estar a la medida justa de cualquier formato y ser capaces de romper cualquier etiqueta. “Vos imaginate un tipo que se rasca la cabeza, escupe cuando habla, les debe causar gracia”, así se refirió a la química y buena onda que logra imponer en sus entrevistas y que lo llevaron a generar vínculos más allá de lo laboral con muchos de los “grandes de la música”.
En su libro, Bebe sentencia que “el rock y la tele nunca se llevaron bien”, sin embargo “La Viola”, programa dedicado a la música, se ganó un lugar indiscutible desde hace 24 años en un canal dedicado íntegramente a las noticias. A base de su perseverancia y de un estilo propio de conducción, Bebe consolidó un formato en un medio de comunicación que no estaba bien visto en el ámbito del rock, género al que se abocó en sus inicios. “La tele siempre fue más careta que la radio y que la gráfica, entonces costaba más”, explicó en radio News.
Pero nada pareció ser un impedimento, ni siquiera las críticas cuando el público rockero le apuntó por haber entrevistado a Arjona o Ricky Martin. “Cuando abrí el juego hace 15 años, me puteaban mucho”, contó, sin embargo, ahí Bebe auto reconoce su legado. “Aporté poder salir del odio a lo que no sea rock. En el fondo esa discusión es ridícula”, sentenció y contó que el primero en animarse a cruzar los géneros musicales fue Vicentico cantando con el puertorriqueño en unos Grammys. “No se puede odiar una canción o a un artista. De última odia a un político que te roba”, dijo invitando a la reflexión.
“El rock argentino ya rompió todas las fronteras sociales y generacionales”, celebró Bebe, y agregó que las nuevas generaciones “ya no juzgan tanto y escuchan de todo”.
Bebe contó que el programa comenzó siendo un juego para él, una pasión a la que le dedicaba horas extras, tras cumplir sus ocho horas como productor de un noticiero. “La verdad es que yo empecé a ganar plata con ese programa hace siete años. No ganaba un peso porque lo disfrutaba tanto que ni sentía que fuera trabajo, hasta que tuve hijos y hubo que pagar colegios, supermercado”, dijo entre risas.
El periodista explicó que cada medio “tiene sus secretos”. “Si bien la nota la preparo, la tele es muy directa y siempre, cuando estoy con monstruos como Paul McCartney o Bono, busco la risa o algo que suceda que me sirva para la promo y después ya encaro una charla normal”, explicó. Y compartió una anécdota de una de las entrevistas a Paul. “Yo pensaba, ¿a este cómo lo descontracturo?, y en un momento le digo “che, ¿Los Beatles son la banda más grande de todos los tiempos? Y el tipo me mira y me dice “sí, ¿y sabés qué? Yo fui uno de ellos” y se ríe. Ahí dije listo, ya tengo la promo para el programa, entonces ya te relajas”.
Bebe pudo reconocer algo negativo en un trabajo perfecto y deseado por muchos: “perdí mucho el gusto de escuchar música. A los 15 años, mi plan era sentarme a escuchar música. Hoy me cuesta porque voy escuchando algo en el auto y me acuerdo que tengo que coordinar una entrevista con Babasónicos que lanzaron un disco nuevo, por ejemplo. La música me remite mucho al trabajo, estoy muy metido en el día a día de los artistas”. Y el compromiso del periodista con el mundo de la música en el país es evidente en un trabajo que busca cruzar artistas de diferentes generaciones, a los consagrados con los emergentes.
“La música, sea del género que sea, no tiene tantos lugares de difusión. El termómetro lo marca la cantidad de programas de política que hay en la tele y cuántos de música. Y la verdad, ¿qué hace más feliz a la gente? Pero mide más la política”, cuestionó. Además, criticó que en Argentina “hay que ser famoso para poder vivir de la música”.
“Para mí apoyar la música argentina es muy importante para poder lograr que el mercado se extienda, que hayan otras oportunidades, porque hacer música no es solo sacar discos”, analizó.
Bebe se animó a hablar de todo: cupo femenino en la música, el lugar de las mujeres en la industria de la música, las redes sociales y las nuevas formas de medir el éxito, la pandemia y cómo modificó la forma de hacer su trabajo, y mucho más.