Plataformas digitales, las verdaderas estrellas de la canción: quiénes son los artistas que más facturan

Bizarrap supera a los Rolling Stones, pero Måneskin le gana a Bizarrap y Nicki Minaj se queda a mitad de camino, mientras Tones and I va bien, pero no tanto. La timba de las reproducciones digitales no descansa y está a la vista de todos. Atrás quedaron los llamativos discos de oro y platino, el misterio de las discográficas, los artistas como seres de otro planeta y los fanáticos ajenos a todo. Hoy cada músico, o cada banda, es una empresa en sí misma y cada movimiento es observado por millones como si de una carrera de caballos se tratara.

La pandemia del Covid-19 castigó a la industria de la música de muchas maneras. No hubo shows, tampoco festivales, y las presentaciones en vivo se limitaron al streaming durante meses. Por estos días todo se va reactivando y mientras los números se acomodan, no sin dificultad, las cifras de las reproducciones en plataformas digitales no dejan de aumentar. Incluso fueron casi los únicos números que crecieron positivamente en todos estos meses de crisis. Según cifras oficiales de la Recording Industry Association of America (RIIA) los ingresos por transmisión de música subieron un 12%, superando los 4.8 mil millones de dólares en el primer semestre de 2020, aunque todavía falta saber qué está pasando en 2021.

Esta asociación estadounidense que representa a la mayor parte de las compañías discográficas y es la responsable de la certificación de ventas discográficas en ese país detalla que esta categoría incluye los ingresos de servicios de suscripción y versiones pagas de SpotifyApple Music y Amazon Music, entre otros, además de los digitales y personalizados servicios de radio, los ingresos distribuidos por SoundExchange (como Pandora, SiriusXM y otros dispositivos de Internet radio) y servicios de transmisión a demanda con publicidad (como YouTube, Vevo y Spotify).

Más allá de los datos del primer semestre del año pasado, en el segundo semestre los ingresos por suscripción pagada crecieron un 14% más. La música latina en Estados Unidos también ha gozado de un buen repunte, siguiendo con la tendencia de los últimos cinco años. Según la RIIA, “a pesar de los desafíos del COVID-19 con la cancelación de espectáculos en vivo y las limitaciones a los comercios físicos, los ingresos derivados de la música latina en Estados Unidos aumentaron 19% en 2020 a 655 millones de dólares, una tasa de crecimiento considerablemente más alta que los ingresos de la música en Estados Unidos en general. Los formatos de streaming aumentaron 20% a 630 millones, lo que representó 96% de los ingresos totales de música latina en 2020″.

Desde la web royalties-calculator.com se ofrece información pura y dura para los distintos actores de la industria musical: “Si eres un artista, comprueba que tus ganancias concuerden con lo esperado. Si eres un fan, comprueba cuánto gana tu artista favorito. Si eres un sello o publisher, comprueba que lo que pagas a tus artistas concuerda con esto”. Más allá del servicio que pone a disposición la página, su creador Gabriel Ferraté explica allí mismo: “La música de hoy es mucho más que artistas grabando y tocando conciertos. Hay todo un trasfondo de estructuras financieras, personas y empresas que va más allá de lo que vemos en la superficie. Hacerlos más disponibles y transparentes es clave”.

En su propia web, Ferraté se describe como “un ingeniero y nerd musical nacido en Barcelona que trabaja en BMAT, líder mundial en tecnologías de audio”. Más allá de todos sus conocimientos y su talento para desarrollar esta interesante plataforma, Gabriel pone en evidencia los hasta ahora ocultos números de los artistas. Así de simple. “¿Cuánto ganan los artistas por sus plays?”, se pregunta y a través de un buscador propone que cualquier usuario pueda llegar a esa información. No importa si estamos hablando de The Doors o Pimpinela, este ingeniero catalán logró combinar toda esa data en tiempo real disponible para quien lo quiera averiguar.

Por ejemplo, según esta calculadora de regalías, Bizarrap cuenta con 3.54 millones de seguidores en Spotify, 13.60 millones de oyentes mensuales en esa plataforma y ganancias estimadas de Spotify en 43 mil dólares mensuales o 518 mil anuales. El productor del momento suma por todos lados ya que aparece en decenas de tracksEn el caso de Nicki Nicole, tiene 1.87 millones de seguidores en la misma plataforma, 10 millones de oyentes mensuales, ganancias por 32 mil dólares mensuales y 389 mil dólares al año. María Becerra la supera aunque tiene menos seguidores: 1.38 millones. Pero los oyentes mensuales son más, 21.40 millones, y las ganancias 68 mil dólares al mes y 816 mil anuales.

Los artistas de rock ganan mucho menos que los de trap, que sin dudas son la vedette del momentoCharly García supera por poco el millón de seguidores, tiene casi dos millones de oyentes mensuales, ganancias de 6 mil dólares al mes y 72 mil al año. Fito Páez, otro histórico argentino, también con 1 millón de seguidores en Spotify, supera a Charly con 2.60 millones de oyentes mensuales, tiene ganancias por 8 mil dólares al mes y algo más de 99 mil al año. Otro caso es el de Chano, que como solista tiene 90 mil seguidores en Spotify, 496 mil oyentes mensuales y factura 1.600 dólares en regalías por mes y casi 19 mil anuales. Su ex banda, Tan Biónica, lo supera: 369 mil seguidores en Spotify, 1.20 millones de oyentes mensuales y ganancias por más de 45 mil dólares al año.

Además del buscador de regalías, la web invita a jugar un poco y a elegir entre artistas de los 70, 80, 90 y los 2000. Una vez seleccionada la década en cuestión, se procede a decidir rápidamente qué artistas han tenido más oyentes este mes, con solo un click. Si se pierde, se puede volver a empezar, no pasa nada. Los números, las regalías y las ganancias no son iguales para todo el mundo: hay artistas independientes con equipos de trabajo muy pequeños, hay músicos con verdaderas empresas detrás, hay sellos discográficos, editoriales y entidades que cobran impuestos, por eso los números no siempre son lo que parecen. Y por eso los artistas tienen que seguir girando para sobrevivir.

Por

Marianela Insua Escalante (INFOBAE)

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