En vísperas de la manifestación por el Día Internacional de la Mujer, el Palacio Nacional de México apareció rodeado con una valla metálica que despertó polémica.
Según el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, el muro que tiene aproximadamente 3 metros de altura, tiene como objetivo evitar provocaciones, infiltraciones y hasta ataques al Palacio Nacional que sirve como despacho presidencial.
Mientras miembros del Gobierno Nacional lo bautizaron “muro de la paz”, grupos opositores y feministas, lo consideraron un obstáculo al derecho a la protesta.
Como muestra del descontento por la medida del Gobierno, el sábado por la noche un grupo de mujeres rebautizó ese “muro de la paz” en un “muro de la memoria”.
Con letras grandes y claras, se escribieron cientos de nombres de víctimas de femicidios. “No olvide sus nombres señor presidente”, publicó en Twitter Las Brujas del Mar, uno de los colectivos que apoyan la iniciativa. “No hay forma de callar los justos reclamos de las mujeres, por más que lo intenten”, añadió.
“¿Tanto miedo nos tienen?”, publicó la abogada feminista Patricia Olamendi, quien trabaja en cuestiones de igualdad, adjuntando una imagen del muro.
“No es por miedo a las mujeres, es por precaución”, respondió López Obrador en un video publicado el domingo. “No estoy en contra del feminismo, estoy en contra de la corrupción, de la manipulación, del autoritarismo”, prosigue.
“Yo no soy machista, estoy a favor del derecho de las mujeres y estoy a favor de la igualdad”, añade en el mismo corto y justificó la medida al mencionar que “es mejor poner una valla que poner frente a las mujeres que van a protestar a los granaderos, como era antes”.
El Gobierno de López Obrador fue muy criticado por declaraciones realizadas en cuestiones de género. De hecho, el jefe de Estado Mexicano llegó a decir que el movimiento feminista está manipulado, por lo que organizaciones feministas lo tildaron de insensible al no comprender la violencia que sufren las mujeres.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, después de Brasil, México es el segundo país con más muertes de mujeres por cuestiones de género.
México finalizó el 2020 con 3.723 muertes violentas de mujeres, sumando femicidios y homicidios dolosos.
“Decir que solo poco más de 900 de estos casos fueron tipificados como femicidios, cuando hay miles de homicidios dolosos a mujeres, es querer maquillar la cifra”, aseguró la vocera del colectivo feminista Las Brujas del Mar, Arussi Unda, en declaraciones a BBC Mundo.