Desde que comenzaron a escribirse las primeras líneas en News Online allá por 2020, al poco tiempo de los primeros dolores de cabeza a causa de la pandemia del coronavirus, mucho se habló en estas páginas respecto de los manejos y “desmanejos” en el sistema sanitario de la provincia.
Si bien sería injusto caerle con todo el peso a los que hoy están al frente del Ministerio de Salud de Mendoza, hay situaciones que realmente son indignantes.
Uno de los tantos “desmanejos” ocurre en el sur de la provincia, en General Alvear, lugar en el que hasta ayer los que “éramos héroes, hoy somos molestia”, tal cual relató Marcos Alonso, uno de los tantos enfermeros que se “hartó” de las persecuciones políticas y los vericuetos para hacer que renuncien algunos profesionales.
El joven, también profesor de educación física, comentó que “empecé trabajando en el Área Departamental de la Salud. Hice absolutamente de todo”.
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Y recordó: “Fui el primero que en Alvear comencé a hacerle los testeos a los camioneros para que pudieran circular”.
“Después entré a la parte de vacunación, hice hisopados y hasta terminé manejando una ambulancia”, agregó el profesional, que horas atrás presentó su renuncia a dicha repartición.
El tiempo fue pasando y el virus empezó a perder fuerza, por lo que los llamados “héroes” en su momento empezaron a ser “molestia”.
De hecho, Alonso aclaró que ni bien la situación sanitaria comenzó a calmarse, “empezó a haber persecución laboral”. Y remarcó: “Esto no es solamente a mí, a otros compañeros míos también. Ocurre que ellos no quieren hablar por temor a perder el laburo, son gente con familia que está en la misma situación que la mía, y que inclusive está ligada al radicalismo que hoy gobierna Alvear”.
Según el profesional, “hoy nosotros molestamos, hay una bajada de línea de que hay que echar enfermeros, hoy sobramos”.
El también docente, sumamente molesto por el mal trance que le toca vivir, reveló que en el área que coordina el licenciado Juan José Castro “no hay derecho a enfermarte”.
“Llevo tres años sin vacaciones, nos trasladan de un lado al otro permanentemente para cansarnos”, subrayó.
Y completó: “Nos hemos enfermado y nos han descontado. Me enfermé con rotavirus, me dieron licencia cinco días y me desconectaron 26 mil pesos. No tenemos derecho a nada. Y para colmo te dicen, ‘si no te gusta, andate’”.
“Hoy lo que están buscando en este lugar es que renunciemos. Los que éramos héroes en su momento, hoy somos molestia”, añadió.
Hay otro “chanchullo” tan evidente, y es el que tiene que ver respecto al diagrama que les corresponde a los profesionales al momento de ser enviados a zonas alejadas al casco urbano.
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“Nos mandaban al campo siete días a vacunar y a hacer distintas tareas, y después corresponde que se nos den 21 días. No solamente que no te lo dan, sino que te mandan sin nada, te tenés que llevar todo vos y no te pagan lo que realmente tiene que ser”, concluyó Alonso, uno de los tantos profesionales de la salud que “se hartó” de un sistema salud que no lo cuidó.