Laura Horta, una reconocida docente y decadana de la Universidad Maza, regresó el virnes a Mendoza tras convertirse en la primera mujer de la provincia en hacer cumbre y sobrevivir a un “ochomil” en el Manaslu, en el mismísimo Himalaya (Nepal). Se trata de la octava montaña más alta del mundo, que tiene ni más ni menos que 8.613 metros.
Ni bien se la vio llegar al Aeropuerto El Plumerillo, lo primero que hizo fue aferrarse a sus familiares, amigos y a su querido equipo del Team Aventura.
Un dato no menor es que hubo otra mendocina en hacer un cumbre en un ochomil, y justamente mendocina, Nancy Silvestrini. Esta última, murió mientras descendía el Gasherbum I, allá por el 5 de julio de 2003.
“¡Estoy inmensamente alegre! ¡Viví la cumbre del Manaslu con tanto gozo! Son un sinfín de emociones profundas que día a día transitarán mi corazón y les iré compartiendo. Y hoy ya estoy muy feliz, de regreso en casa, juntos a mis tres hijos (de 30, 25 y 23 años) y mis afectos”, dijo Horta a Télam.
“Este 8 mil está en Nepal, en la cadena de los Himalaya. Hay 14 montañas por encima de los 8 mil metros en todo el planeta, y he decidido ir por la cumbre del Manaslu, que finalmente pude coronar. Manaslu significa la ‘montaña de los espíritus’, y me conquistó su nombre. Es un cerro de los más técnicos”, agregó.
El Manaslu es de ascensión muy peligrosa y según las estadísticas, es la sexta montaña más letal de los 14 ‘ochomiles’. Algo que realza lo hecho por Horta, es que el himalayismo es mayoritariamente masculino.
La docente universitaria no tiene muchos años en el andinismo, ya que hace solo seis años empezó en la actividad y la primera montaña en la que hizo cumbre fue el Aconcagua, de 6.956 metros, la cumbre más alta de América.
Horta integra el equipo de running Team Aventura y su entrenador, Sergio Furlán, fue quien la motivó para encarar el desafío.
Esta expedición tiene un costo de 25 mil dólares, por lo que Horta vendió una camioneta para costear hace 6 meses un viaje hasta la base del Everest. Una vez allí, contrató la expedición de Dream Carrier Trek y conoció a Pasham, sherpa que habla español y que fue su guía.
Tuvieron días de zozobra y mucha angustia, porque una vez en el campamento 3, a 6.800 metros de altura, debieron descender porque fueron varios días de lluvia y peligros de avalanchas de nieve, pero finalmente el 28 de septiembre tuvieron una ventana de clima benigno y decidieron atacar la cumbre.
La hazaña de Horta adquiere mayor dimensión ya que el mismo día que hizo cumbre, la reconocida esquiadora de montaña estadounidense Hilaree Nelson fue encontrada muerta en el Manaslu tras llegar al pico dos días antes y ser arrastrada en una caída de 1.500 metros por una avalancha.
La decana universitaria, que llevó consigo un tubo de oxígeno de 8 kilos de peso, aseguró: “Ser una ‘ochomilista es una empresa muy difícil, más para una mujer y encima como es mi caso que no soy montañista. Por varios lados conquistar esta cumbre ha sido un gran desafío, y lo que quise demostrar es que se puede, y se puede seguir siendo madre, seguir siendo ama de casa, y seguir siendo profesora y decana“.
“Siempre me han gustado los desafíos y poder demostrar que tenemos una fortaleza especial. Tuve que empezar de cero, pero cuando tenemos convicción y compromiso en algo que queremos, por nuestros ideales y nuestros propósitos, no hay que dejar de lado las cosas aunque puedan parecer imposibles”, cerró Horta.
La deportista, tras descender del Himalaya, tenías tres dedos de la mano sin movilidad, por el intenso frío que tuvo que soportar (-38°) y severas ampollas, por lo que estuvo internada en un hospital de Katmandú, en Nepal, hasta que se fue recuperando y luego de cumplir con las reglas de protocolo sanitario le dieron el alta.