La mezcla de la inflación y recesión que afecta a la República Argentina, debilita el mercado laboral, y dificulta la búsqueda de empleo entre los segmentos más vulnerables.
Entre ellos se encuentran los jóvenes en edad de haber concluido sus estudios de nivel medio, o sea, los que por lo general están entre 18 y 24 años.
A mitad de año, y de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), integran un universo de 5,3 millones personas, entre los cuales 1,4 millones, poseen empleos precarios y otros 672.000 se encuentran desocupados.
Esto alcanza a más de 2 millones de jóvenes, un 39% de dicho grupo poblacional, con problemas de empleo.
El informe del IERAL refleja que “si se analiza dicho conjunto de jóvenes se encuentra que el 52,7% de ellos posee al menos un inconveniente de inserción social, ya sea laboral o educativo”.
Pero además hay otros 723.000 jóvenes, el 13,6% del total “no estudian, no trabajan, ni buscan un empleo. De esta forma, más de la mitad de los jóvenes del rango etario bajo estudio se encuentran en problemas de inserción socio laboral”, señaló la casa de estudios de la Fundación Mediterránea.
La tasa de pobreza entre jóvenes es más elevada que la de población total. En 2021 se registra una incidencia de la pobreza del 49,1% en la población joven y 40,6% en la población total.
“Esto significa que, de los 19 millones de personas sumidas en condición de pobreza monetaria, 3 millones corresponden a los jóvenes adultos de entre 18 y 24 años. Argentina ha presentado importantes problemas en la generación y sostenimiento de puestos de trabajo, dejando a gran parte de la población en situación de desempleo u ocupada de manera precaria”, advirtió el IERAL.