La explosiva declaración que expone los oscuros lazos entre los imputados y la Justicia en el caso Bento

Se trata de un hombre que supo hacer negocios con Diego Aliaga, el ex despachante de aduanas que sería el negociador entre imputados y el Poder Judicial.

Diego Aliaga era amigable y utilizaba un discurso que siempre le era redituable para avanzar en negocios millonarios. Su secreto era tener contactos con el poder y jactarse de ellos, pero eso sucedió hasta fines de julio de 2020, cuando a sus 51 años fue asesinado luego de varios conflictos personales con su socio Diego Barrera.

Aliaga era un despachante de aduana y se encuentra involucrado en la causa que complica al juez federal Walter Bento como el intermediario entre los imputados o sus abogados y la justicia. Se lo muestra como el encargado de presentar la propuesta y cerrar tratos.

De la causa se desprende la declaración de un comerciante en donde cuenta cómo apretaba Aliaga, confirmando acaso de esta manera el funcionamiento de esta aceitada maquinaria.

Es dable destacar que este hombre –cuya identidad permanece en reserva- ya había realizado una denuncia contra el ex despachante en el año 2012, entonces Aliaga fue sobreseído. Allí, este comerciante había contado cómo lo conoció, qué le decía que debía hacer y qué decía respecto de su vínculo con la Justicia, algo que ratificó hace uso días.

La relación comenzó siendo comercial, ya que el hombre tenía una empresa de mayoreo a granel de combustible y Aliaga quería meterse en el negocio, por lo que le propuso armar un depósito de combustible ofreciendo una propiedad en Rodeo de la Cruz. Nunca se firmó ningún contrato, pero el negocio iba encaminado.

Según cuenta el denunciante, en un momento dado, Aliaga cambió radicalmente de actitud: “Me decía que se manejaba con jueces, el poder, que él había sido un gran despachante de aduana y contrabando. ‘Te voy a percutar’, me decía”.

Asimismo, aseguró que el ex despachante no quería firmar ningún contrato que estableciera participaciones y que estima que fue ello lo que lo hizo cambiar tan bruscamente de actitud. Insistió en que le decía que lo iba a “percutar”, lo que entendió por matar, y se jactaba de que conocía a jueces y gente de poder.

Además, este empresario cuenta que Aliaga comenzó a ir a la casa para obligarlo a firmar papeles para quedarse con algunos bienes, como la casa y el auto e incluso, amenazas mediantes, firmó un 08 en blanco.

Explicó, por ejemplo, que un día Aliaga le pidió el auto para mostrárselo a su esposa y nunca más volvió, ese hecho se dio luego de firmar un formulario de transferencia del automotor.

Según destaca el diario El Sol, el testimonio de este hombre tiene gran relevancia porque demuestra cómo se movía Aliaga y los vínculos que tendría con gente del poder.

Caso Aliaga: un detenido confesó ser el autor del crimen del empresario

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