Prácticamente abstemio, amante de su familia, meticuloso con su trabajo hasta la perfección, Hernán Cattaneo, uno de los DJs top del mundo desde hace 20 años, acaba de publicar su autobiografía, “El sueño del DJ”, y asegura que la fama de reviente que tiene la electrónica se debe a que “es menos hipócrita” que otros géneros.
“Hay una buena parte que es así en cualquier tipo de música. Creo que ese imaginario se creo porque la electrónica es menos hipócrita y no lo oculta. Todos sabemos que es exactamente igual en el rock, el jazz, la cumbia y lo mismo aplica a cualquier ámbito, otras artes, deportes y demás disciplinas”, dijo Cattaneo en una entrevista con Télam.
La historia de él es más o menos conocido. Nacido en Caballito hace 56 años, desde chico se sentaba frente al equipo de audio de su familia para escuchar música todo el día. Gracias a un amigo del edificio, se metió de lleno en el mundo del sonido y luego de un show de Alejandro Pont Lezica en un baile en su colegio se dio cuenta, a los 12 años, que quería ser DJ para el resto de su vida.
A partir de ahí, su trayectoria no fue la de un Maradona que salió de la clase baja hacia el éxito, sino la de un laburante que todos los días trabajó para vivir de lo que más disfruta.
“La dinámica es constante, pero a su vez es lo mas interesante. Todas las mañanas escucho unas cinco horas de música y elijo lo que usaré en mis sets, mi programa de radio en Urbana Play, en el sello discográfico Sudbeat o en lo que aparezca a futuro. La tecnología ha hecho un aporte incalculable y lo cambió todo”, sostuvo.
Con respecto al libro, contó con la colaboración de José Esses, quien lo guió con entrevistas y con quien encontró el leitmovit: “Entendi que más allá de que el hilo sea mi carrera de DJ, me interesaba un libro que hablara de pasión y sueños, que desde mi punto de vista es algo mucho mas relevante o interesante que mi vida de dj global”.
T: En el ideario general, la música electrónica está vinculada al reviente y vos demostrás que se puede ser todo lo contrario.
HC: Cuando volví a Argentina después de 15 años en Europa, me encontré con un alto nivel de desinformación y sobre todo me llamó la atención como culpaban a la música electrónica por todos los males de lo que pasa en la noche. Ese fue el disparador para que hacer los shows del Teatro Colón, convencidos de que había que mostrar lo nuestro en un escenario que no tuviera ninguno de los clichés de la noche y demostrar que la música en sí misma no tiene nada que ver ver y que los vicios en la noche son de las personas.
T También hay un imaginario (Pappo vs DJ Deró) en que el DJ no toca, sino que pasa música. ¿Creés que ya se superó esa discusión?
HC: Eso es como el juego del teléfono descompuesto. En ingles se dice “play the guitar” y también “play the record”, lo que traducido al castellano es tocar la guitarra y tocar un disco. Los DJs no tocamos discos como Pappo tocaba la guitarra, pero evidentemente en aquel momento pareció que era mejor fogonear la polémica que aclarar el malentendido. Y tan es así que 20 años después seguimos hablando de eso.
T: ¿Cuál es tu relación con los instrumentos? ¿Nunca te interesó sumarlos a tu set como (Jean-Michel) Jarré, (Giorgio) Moroder o Chemical Brothers?
HC: Desde muy chico estuve loco con los discos, las bandejas, los amplificadores y esos fueron mis medios para sonar. Siempre sentí que cerca de todo eso estaba mi felicidad y llegue hasta aquí de esa manera. Obviamente aunque no estudié música, estos 40 años me han perfeccionado el oído en un gran modo, pero sigo sin ser un músico. Y en vez de agregar instrumentos, prefiero sumar músicos como en Connected y otros shows que tenemos planeados post Covid.
T: Luego del libro, ¿se puede venir la película biográfica?
HC: Algunas productoras se acercaron con propuestas justo antes de inicio de la pandemia. Nosotros ya teníamos el documental de “Connected” para Netflix en camino de estrenarse y el libro casi terminado, así que lo vimos como algo para más adelante.
T: Se sabe que te encanta estar con tu familia y que lo disfrutás mucho. ¿Cómo hiciste a lo largo de tu carrera, cuya actividad es muy nocturna, para poder hacerlo?
HC: Tuve mucha suerte con el timing en que sucedieron las cosas. En mis primeros años de carrera internacional no tenia familia, por lo cual pude ser DJ los siete días de la semana. Luego, cuando empezaron a nacer nuestras hijas, ya con una carrera establecida, pude darme el lujo de desacelerar un poco y empezar de a poco a balancear con la gran ayuda de Jackie, mi esposa, quien desde el día uno me apoyó y empujó hacia adelante. Una vez que pasaste por el top ten y estás instalado en la escena global, más que la cantidad de shows que hagas, importa que los que hagas sean muy buenos.
T: Con tanta actividad, ¿cómo te vino la pandemia y el aislamiento?
HC: En épocas de normalidad tenemos shows contratados un año por delante, lo cual es muy atractivo, pero te deja atado y con muy poco margen de maniobra. Entonces, el primer año disfruté mucho no tener reloj ni calendario y descansé bastante. Luego empecé a hacer streams a beneficio, ya que era una buena forma de entretener a los seguidores y de colaborar con Alegría Intensiva, la ONG de la que soy embajador, y con la Cruz Roja Argentina. En el medio de todo eso, me encontré con mucho tiempo para el libro, ya que lo editamos y revisamos durante meses y es algo que en época pre Covid hubiera sido imposible. Ahora el panorama internacional empieza lentamente a normalizarse de alguna forma y obviamente tengo la esperanza de que pase lo mismo aquí.
Fuente: Télam