Fernández: “Que tanto pesar se vuelva impulso para construir el futuro de nuestro país sin divisiones irreconciliables”

En un breve discurso, Alberto Fernández dejó su mensaje en el acto por la memoria de los fallecidos por COVID-19 en el país. En el CCK, estuvieron presentes los gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta.

El presidente Alberto Fernández encabezó este domingo en el Centro Cultural Kirchner (CCK) una ceremonia en memoria de los fallecidos por coronavirus en todo el país, desde el inicio de la pandemia en marzo del año pasado. Hasta el sábado, el Ministerio de Salud de la Nación informó un total de 92.317 fallecidos.

El encuentro inició pasado las 12 horas en el CCK, cuando Alberto Fernández junto a Fabiola Yañez ingresaron al pasillo donde con, estricto protocolo, se ubicaban sentados los invitados, entre ellos el gobernador de la provincia, Rodolfo Suárez.

El mandatario y su esposa prendieron velas en homenaje a los fallecidos, mientras se escuchaba la interpretación de “La Pasión según San Mateo con músicos en vivo” de Johann Sebastian Bach, en la voz de Susana Moncayo y la participación en piano de Lito Vitale.

24 velas que representaban a las víctimas fatales de cada una de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires fueron encendidas también por niños y niñas.

Con la locución de la actriz Laura Novoa el acto se adentró en el arte  recitó dos poemas “vinculados al carácter universal de la pandemia en términos humanistas”.  los músicos Nadia Szachniuk Juan Falú, interpretaron “Zamba para no morir” de Hamlet Lima Quintana.

En el momento más emotivo, la cantante Patricia Sosa le puso su voz y sentimiento a la canción “Nos Veremos Otra Vez” de David Lebón, mientras que Lito Vitale imprimía de emoción cada nota en el piano. Mientras se escuchaba una notable interpretación de un clásico del rock nacional, se pudo percibir ojos brillosos por encima de los barbijos de los presentes.

Finalmente, el presidente dio su mensaje en lo que él definió como “ceremonia de recogimiento y reflexión” sobre las consecuencias y víctimas que está dejando la pandemia, “un verdadero cataclismo que azota a la humanidad”, dijo.

“Nos interpelan las casi 100 mil personas fallecidas en nuestro país. Cada una de ellas tenía un nombre, una vida, familia, amigos. Todos y todas tenemos afectos que han perdido su vida en este tiempo”, reflexionó y habló de las “ausencias que han dejado vacíos en la familia” pero también “en toda nuestra sociedad”

En su discurso, Fernández expresó que durante estos “tiempos dolorosos, cada uno de nosotros ha sido afectado de muchos modos, el mundo se ha empobrecido, hemos perdido vínculos”.

Con sus palabras interpeló a curar las “heridas abiertas” de manera personal, familiar y social. Y consideró que se debe recuperar “el valor de la solidaridad” y reconocer “el peligro del egoísmo durante una catástrofe como es la pandemia”

Alberto Fernández analizó y transmitió con sus palabras algunos cuestionamientos que ha dejado al descubierto la pandemia del COVID-19, entre ellas los desafíos para “un mundo que conviva mejor con el planeta”, para “una sociedad intensamente solidaria”, para alcanzar “una forma de imaginar un futuro común”.

Con representantes de cada uno de los grupos de trabajadores esenciales presentes, el presidente transmitió el agradecimiento  por el trabajo incansable a cada uno de esos trabajadores, a científicos y científicas, a quienes se encargan de la logística y colocación de las vacunas.

“Lo mejor que podemos hacer es que tanto pesar se vuelva fuerza e impulso para construir el futuro de nuestro país con diversidad y sin divisiones irreconciliables. Cuidemos a la Argentina, cuidémonos   entre todos y todas”, fue el mensaje final del presidente ante todos los invitados presentes, entre ellos todos los gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Además, participaron gobernadores, representantes de los diversos credos: referentes del Seminario Rabínico Latinoamericano, de la Iglesia Evangélica Luterana Unida, de la comunidad musulmana, de la Conferencia Episcopal Argentina, de la Iglesia Siriana Ortodoxa de Antioquía y de las iglesias evangélicas.

En un momento de alta tensión política, en un contexto de crisis sanitaria y económica, al comunicar esta ceremonia en memoria de las víctimas, se busca que “ante el dolor y las pérdidas que produce la pandemia es importante que toda la Argentina pueda encontrarse en un momento de unión y de memoria”, dijeron los informantes.

Artículos Relacionados

Volver al botón superior