La provincia de Mendoza históricamente presentó una variada gama de vinos para degustar, pero no es el único atractivo respecto de los sabores, sino que además ofrece un arte culinario distinto que tienta, sobre todo, a los turistas.
Quien piense viajar a la provincia, sea por ocio o trabajo, no puede irse sin probar pescados tales como el pejerrey y de salmónidos.
Tampoco puede dejar de degustar algunos clásicos como el arrope, tableta mendocina, humita en chala, pasteles fritos, carne a la olla, patitas aliñadas, y las afamadas tortitas raspadas para el desayuno o merienda.
Otras opciones que se ofrecen en la provincia son el tradicional asado argentino con variedad de ensaladas y postres regionales, empanadas, puchero, carbonada, cazuela de gallina o vegetales al disco.
Es dable destacar que Mendoza resulta ser la segunda provincia de la Argentina destacada por su gastronomía solo después de Buenos Aires.