La Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines (Caicha) advirtió que la producción de chorizos y otros chacinados puede verse paralizada por la falta de productos a raíz de las múltiples trabas para importar tripas.
A través de un comunicado que lleva la firma del gerente de la Cámara, Martín de Gyldenfeldt, se puso en alerta que “las líneas de producción de embutidos cocidos, secos y frescos, en el transcurso de una semana a diez días, se verán obligados a discontinuar la producción; lo que en algunas empresas significa el cierre total”.
Desde Caicha explicaron que el problema radica en las dificultades para adquirir insumos importados que no se consiguen en el país y que guardan relación directa con la producción de los productos. Esto es debido a las restricciones que el Gobierno nacional dispuso mediante el nuevo régimen de importaciones.
Cabe recordar, que el Gobierno puso en marcha el nuevo Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA). Desde entonces, en el sector pudieron obtener apenas un puñado de aprobaciones de operaciones.
Al mismo tiempo, manifestaron que en aquellas que tienen la aprobación, los pagos son realizados a los 180 días, lo cual complica el negocio con el vendedor del exterior.
La producción de chorizos y chacinados precisan de tripas para realizar embutidos. Las que se utilizan en el caso de los salames y salchichas son importadas desde Alemania, Finlandia, Chile y Estados Unidos, entre otros.
Además, existe un pedido para que se facilite el ingreso de tripas naturales, ya que no se logra cubrir la demanda con el resultado de la faena local de cerdos.