Este lunes, el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez, defendió “la presencialidad” en las escuelas de la provincia y afirmó que el distrito registra “los mismos picos de contagio que los lugares en los que el confinamiento es mucho más estricto y duro”, y el gremio docente de Ctera (SUTE) rechazó el regreso, pero no paralizó hoy las actividades.
Los voceros de prensa nacional de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), que lideran Sonia Alesso y Roberto Baradel, confirmaron esta tarde a Télam que el sindicato rechaza la presencialidad en el contexto de la segunda ola de coronavirus, pero que el sindicato provincial no decidió hoy protestas.
La provincia de Mendoza, asi como la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba reabrieron hoy las escuelas para retomar las clases presenciales, en claro desafío al Gobierno nacional y con el rechazo de los gremios docentes.
La secretaria de Acción Social del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la provincia (SUTE), Laura Espeche, indicó hoy a Télam que la organización reclamó al Ejecutivo “la suspensión transitoria de la presencialidad hasta que se reduzca el contagio”.
“El gremio reclamó al Gobierno la suspensión transitoria de la presencialidad en los establecimientos escolares hasta que baje la curva de contagios”, sostuvo la dirigente.
Suarez afirmó hoy a la prensa que “la escuela no es un lugar de ultracontagio”, y explicó que pueden producirse como “en todos lados, porque se trata de una pandemia”.
Para Espeche, la situación del sistema sanitario en Mendoza “es grave”, la mayoría de los hospitales “está colapsado” y “la ocupación de las unidades de terapia intensiva supera el 90 por ciento en casi toda la provincia”, a la vez que observó que se “trasladan pacientes de un departamento a otro porque algunos centros tienen su capacidad máxima ocupada”.
“La situación es muy grave”, subrayó la dirigente sindical, quien puntualizó que “los números señalan más de mil contagios diarios en el peor momento de la pandemia”.
Sin embargo, para el gobernador “es esencial mantener las escuelas abiertas para el desarrollo de cualquier sociedad y también para el desarrollo psicológico de los chicos”.
“Si el Gobierno cierra las escuelas cuánto tiempo lo hará”, se pregunto Suárez, quien añadió que en 2020 la Argentina cometió “el grave error de hacerlo durante todo el año”.
“La educación virtual no llega a todos los chicos, ya que los sectores vulnerables tienen mucha dificultad para acceder a ese tipo de modalidad. Hay que pensar cuánto tiempo se extenderá la emergencia y se sostendrá la virtualidad. ¿Cuántos menores quedarán afuera del sistema? Es preciso hallar un equilibrio”, remarcó el mandatario provincial.
Para Espeche, la segunda ola del virus “es más agresiva y, el plan de vacunación en la actividad educativa avanza muy lentamente, ya que el 70 por ciento de los trabajadores no recibió la primera dosis de la vacuna, por lo que la presencialidad es descuidada’, aseveró.
Por su parte, el presbítero Hugo Barás, director del Instituto Nadino, una institución educativa privada dependiente de la Congregación de los Padres Josefinos de Murialdo, señaló a la agencia de noticias Télam que “los docentes de la entidad tienen opiniones diversas, ya que algunos están de acuerdo con la presencialidad y, otros, opinan que es una irresponsabilidad”.
“En lo que todos están de acuerdo es que es una falta de respeto obligar a la asistencia sin que la totalidad de los docentes hayan sido vacunados”, concluyó el sacerdote.