El entrenador Pablo Motta, identificado con Nueva Chicago al igual que su padre Rodolfo, falleció anoche en Avellaneda como consecuencia de una enfermedad terminal. Tenía 52 años y estaba internado desde hacía más de un mes en el Sanatorio Itoiz de la mencionada ciudad bonaerense.
La muerte del infortunado DT fue confirmada por la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA), a través de su departamento de prensa. Minutos más tarde, el club de Mataderos expresó su dolor por la noticia y remarcó que “acompaña a la familia y allegados en este difícil momento”, a quien calificó como “un gran hincha, querido y respetado por todo Nueva Chicago”.
Emblema de la institución verdinegra de Mataderos, al igual que su padre Rodolfo (quien murió en agosto de 2014), Pablo comenzó su carrera de entrenador desempeñándose al lado de Hugo Zerr, de quien fue su ayudante de campo (1991), cuando el equipo subió a la Primera B Nacional.