El dilema de Alfredo Cornejo, entre el equilibrio político y los reclamos sociales que lo acechan

No son días fáciles los que se le vienen al Gobierno provincial, que una vez más deberá soportar la embestida de los gremios que no aflojan y se hacen oír cada vez más. 

Alfredo Cornejo está en un camino sin salida. Con la Fiesta de la Vendimia a la vuelta de la esquina, los escándalos no aflojan y ponen a prueba su equilibrio político.

Es que mientras intenta reflotar su vínculo con Nación, el escándalo entre el gobernador de Chubut y Javier Milei lo dejaron en una posición sumamente incómoda.

El hecho de haber acompañado a sus colegas de Juntos por el Cambio en ese documento de respaldo a Ignacio Torres, lo alejan de un Gobierno nacional que día a día toma distancia de las provincias y que continúa con su ataque a los mandatarios. 

En Casa de Gobierno saben que Milei ve en Cornejo a un líder con el que podría subsanar las diferencias, lo que significaría una bocana de aire fresco en medio de un escenario sumamente convulsionado.

En Mendoza los escándalos no aflojan. Al descontento de la policía por los magros sueldos que perciben los agentes, se suman los recientes dichos del radical, que no tuvo mejor idea que mandar “a su casa” a los uniformados que tienen intenciones de sindicalizarse, algo que está prohibido.

Los revuelos en las fuerzas no solo tienen que ver con lo salarial, los rumores sobre un posible alejamiento de Marcelo Calipo de la Jefatura policial, también removieron las aguas y levantaron polvareda en el Ministerio de Seguridad.

Ver: Petri bancó a Milei en el conflicto con los gobernadores: “El ajuste no puede ser sólo nacional”

A todo esto, se le suma los lamentables episodios que protagonizó en Mendoza la hinchada del Colo Colo durante varios días, y el crecimiento de una ola de inseguridad que también deja en la cuerda floja a Mercedes Rus, la titular de la cartera.

Médicos vs gobierno

La administración provincial no solamente tiene que lidiar con las fuerzas de seguridad. En las últimas horas, el personal de la salud volvió a cargar contra Cornejo y los suyos.

Primero fue Ampros que puso el grito en el cielo por el avance del Plan de Salud que impulsa el gobierno. “Es inconstitucional y engañoso“, dijeron desde la entidad encabezada por Claudia Iturbe.

Luego, el mismo gremio volvió a presionar al Ejecutivo provincial y exigió una recomposición salarial de emergencia, echándole nafta al fuego.

En ese contexto, también entró en escena la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), por medio del histórico Roberto Macho: “Vulnera directamente los derechos conquistados en los convenios colectivos de trabajo”, dijo sobre la cuestionada iniciativa que apura Cornejo.

Comienzo de clases a los tumbos

En medio de estos reclamos y tensiones, hoy comienzan las clases en Mendoza y en varias provincias. Si bien el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) confirmó que adhiere al paro nacional anunció la Confederación Nacional CTERA, se espera que muchos educadores mendocinos concurran a las aulas.

El siempre cuestionado ítem aula complica el bolsillos y los planes de muchos docentes, que pese a estar en desacuerdo con la dirigencia del SUTE, no veían con malos acompañar el reclamo de CTERA en defensa de los fondos nacionales que se destinan a salarios, conectividad, infraesctura y alimentos.

No son días sencillos los que se avecinan, así y todo, el gobernador tendrá que hacer equilibrio en una provincia incendiada a días de que la plana mayor de Nación aterrice en Mendoza para la Fiesta de la Vendimia.

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