En Argentina comenzó a escasear las máquinas Nespresso y las reconocidas cápsulas que produce la compañía, debido a las políticas de importación que impuso el gobierno, ante el faltante de dólares.
Desde el sector aseguraron que el stock se achica día a día y que no hay precisiones sobre que la situación pueda revertirse próximamente.
Desde hace algunos meses, el Banco Central (BCRA) dispuso restricciones a las importaciones de algunos productos, con una extensión de hasta 180 días para que las empresas pudieran hacerse de las divisas necesarias para cubrir la operatoria. La determinación fue para cuidar las reservas.
En diálogo con iProfesional, desde la reconocida marca dijeron que “las importancias están cerradas”, y agregaron: “Las cápsulas están trabadas y no se permite el ingreso porque no están catalogadas como productos esenciales”.
En la página Wb de Nespresso, a modo de ejemplo, publican “temporalmente sin stock” un gran número de variedades de Indonesia, Cocoa Truffle, Ispirazione Rome, Vanilla Eclair, India, Nicaragua y Colombia.
“Trabajamos con el stock que tenemos desde hace unos meses. No sabemos cuándo se van a reponer las variedades y de las que aparecen disponibles en la web, hay productos pero para pocas semanas”, detallaron.
Por medio de la consulta también informaron que, a excepción de la alternativa Envivo, ya no hay disponibles cafés lungo. Actualmente, tampoco se ofrece el Capriccio en la línea Espresso y la variedad Ristretto tiene los días contados.
“Las variedades por país son las que tienen un faltante concreto. Pero de las opciones que sí se ofrecen el stock es muy chico. Dependemos del día a día. No hay ningún indicio de que se vaya a abrir la importación, por lo que a nuestros clientes recomendamos hacer los pedidos en cuanto puedan”, comentaron.
Escasez de máquinas
Otra fuente especializada a la que consultaron, se refirió a la disponibilidad de las máquinas cafeteras. Señaló que Nespresso mantiene a la venta las Lattissima, cuyas dos versiones rondan entre los 36.990 y los 53.990 pesos, y la opción Creatista Plus, a $55.990.
“Sólo hay dos líneas porque nos quedamos sin stock. Las que ingresaron al país quedaron retenidas en la aduana. No tenemos idea cuándo esas máquinas estarán disponibles para la venta”, reconoció el entendido en la materia.
“Usualmente tenemos una propuesta de por lo menos 7 modelos. Ahora eso se achicó a las que se pueden ver en la web. Como en el caso de las cápsulas, trabajaremos hasta agotar stock. Esperamos la situación cambie en el corto plazo, pero por ahora todo es incierto”, concluyó.
Desde abril del 2020 a la actualidad, las importaciones abarcan sólo aquellos elementos que la aduana considera como esenciales en el marco de la emergencia sanitaria. La instrucción 2/20 establecida al inicio de la pandemia determinó una serie de rubros habilitados, además de argumentar que el movimiento restringido de mercaderías busca resguardar la salud del personal de control.
Muy cerca de la compañía, también indicaron que otro problema que viene dándose en la “desaparición” de las cápsulas está relacionado a lo que sucede en Suiza, territorio donde funcionan las fábricas que Nestlé destina para la elaboración del producto.
A mediados de 2020, Nestlé redujo la labor en sus plantas en Avenches, Orbe y Romont, para adaptarse a los requerimientos suizos en términos de cuidados sanitarios. El país europeo, a tono con los criterios predominantes en todo ese continente, alteró sus esquemas laborales como recurso para combatir los contagios.
La primera consecuencia del achique en el funcionamiento de las instalaciones suizas fue una menor elaboración de cápsulas que rápidamente afectó a España.
La pandemia también trajo consigo complicaciones para el abastecimiento de café desde sitios productores como Colombia, Brasil y Nicaragua, por nombrar solo algunos casos.
Justamente los dos primeros mostraron vaivenes en los números de producción luego de la expansión del coronavirus.
En el caso de Colombia, el país cerró 2020 con un desplome en la cosecha y procesamiento de granos del orden del 6%. Brasil reflejó incrementos y caídas a lo largo de todo el año pasado. A nivel global también se dificultó la producción en Vietnam, Perú, Costa Rica y Honduras.