Ni bien se conoció el miércoles pasado que Independiente Rivadavia y Gimnasia y Esgrima de Mendoza se cruzarían por los 32° de final de la Copa Argentina, los dirigentes de ambas instituciones se pusieron a trabajar para que el clásico mendocino se juegue en la provincia.
Es cierto que en este torneo, que poco tiempo atrás coronó a Boca Juniors, suelen designarse sedes neutrales en diferentes provincias. Sin embargo, los popes de la Lepra y el Lobo quieren que se dispute en el Estadio Malvinas Argentinas con ambas parcialidades.
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Las gestiones iniciales no solamente tuvo a los dirigentes de ambas instituciones como protagonistas, sino que también recurrieron al intendente de Ciudad, Ulpiano Suarez.
El jefe comunal también pretende que el clásico no salga de Mendoza, y así lo manifestó a través de sus redes sociales con una foto junto con Carlos Castro, Presidente de Independiente Rivadavia, y Fernando Porreta, presidente de Gimnasia.
