La justicia mendocina ordenó hoy la liberación de la monja Kosaka Kumiko, al vencerse los plazos de la prisión preventiva y domiciliaria, mientras es juzgada como partícipe de los abusos sexuales cometidos en el ex instituto para niños sordos, Antonio Próvolo de Luján de Cuyo.
La religiosa recibió hoy este beneficio judicial, a pedido de su abogado defensor, luego de que se vencieran los plazos de la prisión preventiva y domiciliaria.
En la resolución, los jueces Gabriela Urciuolo, Rafael Escot y Belén Salido ordenaron que la acusada “no tenga contacto de ningún tipo con las víctimas”, como así también se le prohibió la salida del país”.
Kumiko está siendo juzgada en un juicio oral donde también están imputadas otras ocho mujeres vinculadas al ex instituto donde se cometieron los abusos sexuales contra niños sordos, y por el cual ya hubo un primer juicio.
Ellas son, además de Kumiko, la representante legal Graciela Pascual (65), la cocinera Noemi Paz (63) y la psicóloga Cecilia Raffo (43), las ex directoras Edith Pinaca (66), Cristina Leguiza (50), Valeska Quintana y la monja Asunción Martínez (53).
En tanto desde la agrupación Xumex, cuyos abogados son querellantes en la causa, expresaron hoy que esta decisión “no significa que la situación procesal de la monja haya mejorado o que no se le crea a las víctimas”, sino que solo es producto de un beneficio por la dilatación del juicio.
Kosaka Kumiko es la única que llegó a este juicio con prisión domiciliaria acusada de abuso sexual agravado, corrupción de menores y partícipe primaria por omisión.
El segundo juicio por los abusos, que tiene como imputadas a nueve personas, dos de ellas monjas, se desarrolla lento con varias demoras por nulidades y recusaciones.
En el primer juicio, que finalizó en noviembre de 2019, fueron condenados el sacerdote Horacio Hugo Corbacho, a 45 años de prisión; el cura italiano Nicola Corradi (83), quien recibió una pena de 42 años y el exempleado Armando Gómez, quien recibió 18 años de prisión.