Así es la imponente escultura de un cóndor andino instalado en el Aconcagua

El monumento reconoce a hombres y mujeres que prestan servicios a montañistas.

En su aniversario número 40, el Parque Provincial Aconcagua realzó su belleza con la instalación de un monumento para aquellos que prestan servicio a montañistas.

Además, funcionarios provinciales visitaron el lugar para dialogar con guardaparques, patrullas de rescate y médicos que trabajan en este sitio icónico de Mendoza. Participaron: la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre y la presidenta de Ente Mendoza Turismo, Gabriela Testa. También Sebastián Melchor, director de Recursos Naturales Renovables; Marcelo Reynoso, director de Calidad y Servicios Turísticos; Andrés Ostropolsky, decano del Cuerpo Consular de Mendoza; Guillermo Romano, jefe de Áreas Naturales Protegidas, y el guardaparque Pablo Perello, jefe de Zona de Alta Montaña.

La ministra Latorre destacó la importancia de los servicios que se prestan en la zona.

Por su parte Testa recordó los servicios que se prestan en el Parque tienen un costo de U$S1.500 para un extranjero. Los argentinos tienen un precio diferencial de U$S50, y los mendocinos, de 25.

Testa destacó además el trabajo de guardaparques, de la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza, “una de las pocas del país con una gran expertise” y del equipo médico, “que hace escuela con médicos de otros países del mundo”.

Monumento en el Parque Provincial Aconcagua

A partir de una donación, el Gobierno de Mendoza instaló en Plaza de Mulas, una escultura que brinda un reconocimiento a hombres y mujeres que prestan servicios a montañistas, desde lo público y lo privado.

El cóndor andino fue realizado por el escultor Pancho Portnoy.

Esta obra de arte representa a un cóndor andino y fue realizada en hierro por el escultor Pancho Portnoy, tiene un ancho de cuatro metros y una altura de 2,8. Su basamento es superficial, al nivel del suelo, y totalmente natural, sin uso de ningún aditivo cementicio ni químico.

“Esta obra es un regalo para el Aconcagua, por todo lo que les da a los andinistas. Los incas decían que el cóndor era el nexo entre cielo y tierra y, cuando nosotros subimos a la montaña, venimos en busca de una divinidad, que encontramos en este lugar y en nosotros mismos, porque representa nuestra espíritu”, destacaron.

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