Un disco que marcó una en generación. Nevermind es considerado como el disco más representativos de los ‘90. Un pop distorsionado, marcado por el ascendente movimiento grunge con el epicentro en Seattle, que también adoptó otros sonidos provenientes del punk.
A su vez, su principal y compositor, Kurt Cobain se convirtió con su voz, por momentos desgarrada, en un artista de una gran sensibilidad y originalidad. Un trabajo que salió a la par de otras obras cumbres como Blood Sugar Sex Magik, de Red Hot Chili Peppers, publicado el mismo 24 de septiembre.
“Smells Like Teen Spirit” abrió el camino a Nirvana a la masividad. A 30 años de su publicación, este himno generacional mantiene su frescura gracias a la alternancia de ritmos suaves con estribillo poderoso, cargado de bronca.
Nirvana, un grupo que se formó en Aberdeen, Estado de Washington, una población que inspiraría a David Lynch en su imaginario de Twin Peaks. Con su amigo Kris Novoselic en el bajo y el baterista Chad Channing el grupo publicó su disco debut Bleach, en 1989, influenciado por The Melvins, Mudhoney y bandas tradicionales de los ‘70 como Black Sabbath y Led Zeppelin.
Pero el siguiente paso del trío sería trascendental. Ya con Dave Grohl en los parches, la banda grabaría Nevermind y la historia cambiaría para siempre.
A principios de los ‘90, Cobain escuchaba exponentes del rock alternativo como R.E.M., pero en especial sentía un interés especial por Pixies, comandada por Black Francis o luego llamado Frank Black. “Smells Like Teen Spirit”, track que abre el disco, Kurt confesó que intentó plagiar a dicha banda, con sus característicos riffs y cambios de ritmos.
En abril de 1990, el trío se instaló en los estudios Smart que el productor Butch Vig (baterista de Garbage) tenía en Madison, Wisconsin. La mayoría de las estructuras básicas de los temas ya estaban completos, pero Cobain seguía completando algunas letras. Grabaron ochos canciones donde estaban “Breed”, “In Bloom”, “Stay Away”, “Polly” y “Lithium”.
Pero en esta última, Kurt tuvo problemas con la voz y decidieron dar por terminada la sesión. Esa grabación quedó como un demo. Habían dejado el sello Sub Pop para llegar a un acuerdo con Geffen Records, propiedad de Universal en los Estados Unidos, donde le ofrecieron nuevos productores para el material. Pero el trío mantuvo a Big en ese puesto.
Con un presupuesto de 65 000 dólares, Nirvana terminó grabando el disco más importante de su carrera en los Sound City Studios de Los Ángeles, California, entre mayo y junio de 1991. “Fue muy interesante ese trabajo. No teníamos ningún tipo de presión y la parte más importante fue que lo completamos en 16 días”, recordó el productor y músico a La Viola.
“Smells Like Teen Spirit”, la carta de presentación del álbum de Nirvana
Pocos meses después de su salida, en enero de 1992, Nevermind sacó del primer lugar del la lista de Billboard al disco Dangerous de Michael Jackson. Se vendieron más de 30 millones de copias de la placa en todo el mundo.
El “bebé” de la tapa de ‘Nevermind’ denunció a Nirvana por pornografía infantil
La portada de este disco quedó en la historia. Un bebé desnudo buceando e intentando atrapar un billete de un dólar. Meses atrás, Spencer Elden, el protagonista, denunció al grupo acusando a sus integrantes de pornografía infantil.
Ver: El bebé de “Nevermind” demandó a Nirvana por pornografía infantil
Según la demanda presentada por el joven, que ahora tiene 30 años, los músicos presuntamente se sirvieron “de la impactante naturaleza de su imagen” para promocionar sus canciones a costa de Spencer. Asimismo, el documento sostiene que los acusados continúan beneficiándose de la comercialización “de la explotación sexual” de la fotografía.