Así lo plantearon entre los puntos centrales los líderes de los países del G20 refirmando el pedido realizado por sus ministros de Finanzas del 13 de octubre, en el que planteaba al FMI la revisión de su política de sobrecargos.
También reclamaron al organismo de crédito multilateral la creación de un nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad para proporcionar financiación a largo plazo a los países de ingreso medios y bajos, y pidieron la canalización voluntaria de parte de los Derechos Especiales de Giro (DEG) asignados para ayudar a los países vulnerables.
Los países líderes confirmaron que seguirán trabajando en opciones para que los miembros con fuertes posiciones externas amplíen significativamente su impacto a través de la canalización voluntaria de parte de los DEG asignados para ayudar a los países vulnerables, de acuerdo con las leyes y regulaciones nacionales.
Esto podría significar que los países del G20 devuelvan a las naciones vulnerables US$ 100.000 millones de la suma total de los Derechos Especiales de Giro (DEG) emitidos por el FMI para afrontar la crisis sanitaria, parte de la cantidad global de 650.000 millones de dólares de los DEG emitidos por el FMI.
Fuente/ Télam