La mayoría de las redes sociales obligan a sus usuarios a tener 13 años de edad como mínimo para poder acceder. Sin embargo, los más chicos encuentran formas de ocultar su verdadera edad por lo que se dificulta registrar un control.
Tras ello, Instagram resolvió impulsar cambios en el uso de inteligencia artificial con el fin de determinar los años reales de los usuarios y de proteger a los adolescentes de contactos indeseados.
Una de esas funciones prohíbe que los mayores de 18 años se contacten con menores que no los siguen. De intentarlo, el adulto recibirá el siguiente mensaje: “No puedes enviar mensajes a esta cuenta a menos que te siga”.
Asimismo marcará a aquellos usuarios que parezcan estar acosando deliberadamente a menores de edad, por ejemplo enviando masivamente solicitudes de amistad o mensajes, y alertará a los usuarios adolescentes sobre este comportamiento sospechoso pudiendo terminar la conversación, bloquear, denunciar o restringir al adulto.
Estos cambios ya se registran en varias partes del mundo y se espera que lleguen a Argentina pronto.