Durante este fin de semana, la palabra “supergonorrea” se hizo tendencia en redes sociales, ¿El motivo? La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que la pandemia de coronavirus está logrando que la gente tenga mayor cantidad de bacterias que resisten a los antibióticos, entre ellas, las que causan gonorrea y, como si ello no fuera suficiente, la situación tiende a empeorar.
La resistencia a los antibióticos resulta ser un problema que tiene inició hace décadas y que tuvo una gesta muy lenta. No obstante, es está empezando a hacer difícil de eludir. Se cree que las supoerbacterias matan a alrededor de 700 mil personas alrededor del mundo actualmente.
Una de las superbacterias más amenazantes y preocupantes es la Neisseria gonorrhoeae que es la bacteria que causa la gonorrea.
Si bien resulta no ser mortal y presenta síntomas, si no se trata en tiempo y forma pueden aparecer otra serie de problemas tales como artritis, erupciones cutáneas, dolor pélvico, dolor en articulaciones e infertilidad.
Según el portal Gizmodo, esta bacteria puede ser transmitida de la madre a un bebe en el momento el parto, lo que podría provocarle al neonato una infección letal o causarle la ceguera. Los síntomas son visibles ya que produce una secreción verdosa o amarillenta en los genitales y dolor al orinar.
El problema de estas bacterias es que se están volviendo inmunes a los antibióticos que se utilizan para tratarlas, de hecho, ya en 2018, en Reino Unido se encontró el caso de un hombre con una gonorrea resistente al tratamiento que suele utilizarse que es mediante los antibióticos ceftriaxona y azitromicina.
Este 2020, especialistas de la OMS y otros aseguran que la resistencia se ha vuelto cada vez más fuerte a los antibióticos debido a la pandemia.
Los médicos recetan antibióticos normalmente a aquellos pacientes hospitalizados por coronavirus aunque los antibióticos no funcionan contra los virus. Presumiblemente, ello es porque los pacientes podrían desarrollar infecciones secundarias a razón de las bacterias.
Además, según las primeras investigaciones, el antibiótico azitromicina puede tener un efecto antiviral adicional, probablemente en combinación con otros medicamentos como la hidroxicloroquina.
No obstante, hay estudios que han dado cuenta que la azitromicina, tomada sola o con hidroxicloroquina, no tuvo injerencia a la hora de salvar la vida de los pacientes con coronavirus. Otra investigación halló que los médicos suelen recetar antibióticos a los pacientes sin evidencia de que posean infecciones bacterianas.
La semana pasada, el medio británico The Sun informó sobre la advertencia de la OMS sobre la gonorrea. Además de los problemas anteriores, la OMS indicó que existe la probabilidad que la pandemia haga que las personas retrasen las pruebas de ITS y la atención médica, lo que incrementa el riesgo de que las personas nunca se enteren de su gonorrea o incluso traten de automedicarse. El uso indebido de antibióticos, sobre todo la azitromicina, simplemente aporta aún más posibilidad de contraer la supergonorrea.
“Tal situación puede impulsar la aparición de resistencia en la gonorrea”, aseguraron a The Sun desde la OMS.
Los casos de gonorrea y otras ITS se han incrementado recientemente. Por ejemplo, en Estados Unidos se registró un número récord de ITS en 2018, y los de gonorrea aumentaron por quinto año consecutivo.
Es posible que la pandemia haya frenado la actividad sexual de muchas personas. Aunque las bacterias resistentes a los antibióticos no han desaparecido, y los casos de supergonorrea y otras infecciones altamente resistentes seguirán subiendo en los años venideros.
Aún existe la esperanza respecto de que se puedan implementar suficientes antibióticos nuevos y otras terapias para evitar el peor de los casos, en el que las infecciones bacterianas comunes se vuelven tan peligrosas como lo eran hace 100 años.
Científicos se encuentran trabajando en vacunas para enfermedades como la gonorrea, pero no se ve una solución clara en el horizonte y no hay mucho tiempo.
De hecho, un informe encargado por el gobierno de Reino Unido en el año 2014, prevé que si no se hacía nada, las muertes anuales en todo el mundo por infecciones resistentes a los antibióticos superarían las muertes por cáncer para 2050, con alrededor de 10 millones de muertes anuales.