Un verdadero escándalo se desencadenó durante la mañana de este jueves en las oficinas de la Dirección General de Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (DGP) en calle Belgrano al 1.462 de Ciudad.
Resulta que desde hace tiempo, los trabajadores del lugar vienen reclamando por la falta de espacio físicio y de insumos necesarios para poder desarrollar sus tareas.
Pese a que las necesidades son sumamente visibles, el Gobierno provincial jamás escuchó los reclamos de los empleados del lugar. Estos últimos, hartos por esta situación, decidieron comenzar a atender en la vereda del lugar.
“Se ha tomado la decisión de trabajar en la calle, en la vereda. A las familias se las atiende en la vereda, y todo lo administrativo se está haciendo ahí“, dijo la licenciada Beatriz Zanini, prosecretaria gremial de Ampros.
La especialista, molesta por lo que tienen que lidiar a diario, fue clara: “No hay espacio en el edificio“. Y amplió: “Los equipos tienen asignados a más de 30 profesionales en un solo salón sin elementos tecnológicos para poder trabajar“.
Además, señaló que el personal cuenta “con dos oficinas muy pequeñas para atender a las familias y a los niños”, y destacó que en el lugar “se atienden situaciones de chicos que por distintos motivos han sido internado en los hogares“.
Zanini contó que en dicha institución trabajan “con la familia de esos chicos para buscar alternativas de reintegro”, por lo que es de suma importancia que cuenten con las condiciones edilicias básicas.
El tema no es nuevo, de hecho “hace dos años se trabaja en estas situaciones“. La licenciada expresó su preocupación por estas condiciones laborales, y por atender en la vereda “con el riesgo que eso implica”.
“Ya se había reclamado en varias oportunidades, las autoridades están al tanto de esto“, dijo a este News Online.
Por otra parte, reveló que hay “hacinamiento” en los hogares con los que trabajan a diario. “No sabemos si hay recorte de presupuesto”, agregó y aseguró que “ha bajado la calidad de cuidado de los chicos“.
Por último, y tras quejarse de los “sueldos bajos” que perciben los agentes del sector, concluyó diciendo: “Hoy podemos decir que no estamos a la altura de las necesidades que presenta la provincia en cuanto a la atención de niños, niñas y adolescentes”.