Es bien cierto que el consumo interno creció este año 7,5% a raíz de la cuarentena. No obstante, el sector vitivinícola calienta motores para aprovechar las oportunidades que se presentan para las exportaciones en 2021.
La guerra comercial entre Australia y China, los incendios en los Estados Unidos y Australia, y el Brexit abren una puerta para que el país incremente sus ventas al exterior y pueda consolidar su presencia en esos mercados, según publica este lunes diario El Cronista Comercial.
El objetivo, según señaló a ese matutino Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina (BDA), es exportar u$s 1000 millones al año a partir de 2023. Ese fue el monto de las ventas al exterior en 2012.
“No debería ser muy difícil porque no estamos tan lejos de ese número. Pero necesitamos promoción. Tenemos apenas el 4% de las exportaciones globales y en Asia la Argentina no está posicionada como productor de vinos”, señaló Ortiz.
“Las exportaciones vienen en crecimiento desde la devaluación de 2018. Sin embargo, el segmento más favorecido fue el del vino a granel. En el año hubo un crecimiento en volumen del 95,8%, mientras que, en dólares, la facturación creció 33,8%”, de acuerdo a El Cronista.
“Hubo una caída en el precio promedio en el segmento en el que país hace más fuerza, que es el de los vinos premium. Creemos que año próximo presenta muy buenas oportunidades, pero hay que trabajar para poder aprovecharlas”, agregó.
En el mercado interno, en tanto, 2020 fue mejor de lo que se preveía a principios de año, de acuerdo a El Cronista. “Antes de que se iniciara la cuarentena el nivel de incertidumbre de la industria era muy grande. Sin embargo, el sector demostró poder adaptarse a los cambios y crecer significativamente en ventas”, asegura ese diario.
En el año las ventas dentro del país crecieron un 7,5% a raíz, en gran medida, de los cambios de hábito que introdujo la cuarentena. Este año, especialmente en los primeros meses de aislamiento, creció el consumo dentro de los hogares. A eso se le sumaron los precios máximos impuestos por el Gobierno.
Ganadores y perdedores
El vino en botella tuvo un crecimiento de 14,9% en el año. En tanto que “otros envases” –incluye botellones de 1,5 litros y bag in box, entre otras presentaciones– subió 19,7%. Los perdedores fueron el tetrabrik (-3%) y los espumantes, con una caída del 8,1%
“No creemos que esta situación se sostenga el año próximo. Tendremos que ver qué queda de todo esto”, dijo Ortiz.
En la actualidad el sector está conversando con el Gobierno para sacar del listado de precios de referencia algunos productos, especialmente los de gama alta. La idea es poder desacoplar el segmento de vinos de guarda y espumantes de los vinos de menor valor.
En el Gobierno tienen el temor de que los precios se disparen de golpe e impacten la inflación. Sin embargo, Ortiz señaló que difícilmente suceda eso en un momento en el que mercado interno está en crecimiento.
“Quienes están abasteciendo el mercado interno no lo quieren perder. Generar el mercado cuesta mucho trabajo, y las empresas prefieren resignar margen antes que perder mercado”, concluyó.