Muchas personas han atravesado en algún momento de sus vidas un episodio de bullying. Lo cierto es que esta práctica se sigue dando en la actualidad y con bastante frecuencia.
Según una investigación llevada a cabo por la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras realizada entre enero de 2021 y marzo de 2022, 7 de cada 10 niños sufren acoso escolar en Argentina. El estudio contabilizó un total de 14.800 casos que se vinculan a esta problemática.
Un caso que dió la vuelta al mundo y generó gran conmoción fue el de Drake Hardman, un niño estadounidense de 12 años que se quitó la vida luego de padecer durante un año seguido las burlas de un compañero.
News Online accedió a una charla brindada por Marina González y Paola Laspada, ambas Licenciadas en Psicología y pertenecientes a “UTU, espacio interdisciplinario para la crianza”.
Las especialistas hablaron del bullying, de la crianza y de cómo se puede prevenir esta problemática en los ámbitos escolares.
Ahora bien, ¿qué es el bullying? En palabras de Marina González, el bullying es el ”acoso escolar o acoso entre pares” que se expresa mediante maltrato físico, verbal o psicológico.
Marina remarcó que esta práctica se hace de forma intencionada, se repite a lo largo del tiempo y que en los casos de bullying se observa una relación asimétrica donde el victimario está en una posición superior y la víctima en lugar inferior.
“La violencia física se puede dar a través de golpes, empujones, tirar el pelo. La violencia verbal se da con todo tipo de insultos, humillaciones, decir palabras que no son gratas. La violencia psicológica tiene que ver con minimizar a la otra persona, con quitarle todas sus posibilidades”, sostuvo Marina.
Hay ciertos indicadores a los que hay que prestar atención y que son fundamentales para la detección del bullying. Entre ellos se encuentran: dificultades para ir a la escuela, baja en el rendimiento escolar, ansiedad o trastornos alimentarios. También el niño puede desear estar todo el día acostado y tener problemas para dormir.
Marina señaló que “siempre que haya una conducta que nos preocupa o nos alerte debemos consultar” tanto en la institución educativa como también con un profesional de la salud mental.
¿Cómo se puede prevenir el bullying?
La especialista afirmó que la Educación Sexual Integral (ESI) es unos de los pilares que pueden servir en la prevención del bullying ya que “se trabaja la perspectiva de género, la afectividad, los estereotipos y los ideales de belleza”.
No solo la ESI puede ayudar a prevenir esta problemática, sino que también puede servir para detectar casos de abuso sexual infantil.
“Me parece importante que la ESI esté siempre presente”, señaló Marina.
Por otro lado Paola Laspada, que también es Licenciada en Psicología, expresó que “una forma de prevención de bullying en al ámbito educativo tiene que ver con la forma de crianza”.
La psicóloga señaló que se debe llevar a cabo una crianza “que contemple que somos seres sintientes, seres que estamos todo el tiempo sintiendo”.
Es decir que, si yo soy consciente de que el otro siente y sus emociones siempre están presentes, probablemente no le haré daño a la otra persona o lo pensaré más de una vez antes de hacerlo.
Mantener una buena comunicación con los niños y estar alerta ante cualquier cambio de conducta también sirve como formas de prevención del bullying.
¿Qué pasa con los niños que son victimarios?
Laspada sostuvo que hay que prestarles atención a los menores que le hacen daño a otros ya que pueden estar pasando por alguna situación en particular y lo expresan a través de la violencia.
“Hay que acompañar a la persona que ejerce la violencia porque algo está diciendo”, expresó la especialista.
Las emociones deben tener lugar en el ámbito escolar
Laspada, también resaltó que es fundamental que en las escuelas se trabaje con las emociones del niño y se les dé lugar para que ellos puedan expresarlas. Las mismas son muy importantes en el proceso de aprendizaje.
“Solo aprendemos a través del sentir sensorial y del sentir emocional. No podemos dejar esa parte afuera”, expresó Paola. Y agregó: “La emocionalidad es parte fundamental del aprendizaje”.
Además, la licenciada sostuvo que es necesario que “el aprendizaje no ponga solo el foco en el hemisferio izquierdo que es analítico, ordenado, temporal, secuencial”, sino que también hay que darle lugar a lo “divergente, amplio, creativo, artístico y simultáneo”.