El presidente Alberto Fernández sostuvo hoy que la decisión del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de reconocer que el exmandatario de Brasil Inacio “Lula” Da Silva sufrió una “violación de sus derechos políticos” cuando fue encarcelado “abre un nuevo horizonte para quienes luchamos contra el lawfare, por una justicia íntegra y por la vigencia plena de la democracia y del Estado de derecho”.
En un mensaje difundido a través de la red social Twitter, Fernández aludió así a la decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU que ratificó hoy que Lula da Silva no contó con las garantías legales durante los procesos penales que se le entablaron a partir del 2016 por corrupción, que fueron finalmente cancelados por parcialidad pero que le impidieron participar en los comicios presidenciales de Brasil en 2018.
La decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU de reconocer la persecución a @LulaOficial abre un nuevo horizonte para quienes luchamos contra el lawfare, por una justicia íntegra y por la vigencia plena de la democracia y del Estado de derecho. pic.twitter.com/KmEhUdNcEG
— Alberto Fernández (@alferdez) April 28, 2022
El Presidente señaló en su mensaje que la decisión del comité de la ONU de “reconocer la persecución a Lula abre un nuevo horizonte para quienes luchamos contra el lawfare, por una justicia íntegra y por la vigencia plena de la democracia y del Estado de derecho”.
Expresó Fernández: “Cuando le escuché decir a mi querido amigo Lula que esto representa para él un ‘lavado del alma’, no pude dejar de recordar sus palabras y el abrazo que nos dimos cuando lo visité en los días en los que estuvo detenido, sometido a una injusta prisión”.
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“Con la alegría de esta noticia, renuevo mi cariño y mi solidaridad incondicional con Lula, con la esperanza de que un nuevo tiempo asome en América Latina”, señaló Fernández.
En abril de 2018, Lula comenzó a cumplir una condena de prisión cuando aún había recursos pendientes, y pocos meses después el Tribunal Superior Electoral (TSE) anuló su candidatura a las elecciones presidenciales de octubre de ese año.
El año pasado, el Tribunal Supremo brasileño anuló la sentencia debido a la falta de competencias del tribunal de Curitiba que llevó el proceso, así como por la parcialidad en la que incurrió el entonces juez encargado de la causa, Sergio Moro.