Aunque fortalecido por un nuevo paquete de ayuda de 40.000 millones de dólares para Ucrania aprobado horas antes por Estados Unidos, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski afirmó anoche que la renovada ofensiva rusa en la región esteña del Donbass se convirtió en un “infierno“.
“En el Donbass, los ocupantes están intentando aumentar la presión”, dijo Zelenski durante un discurso a la población poco antes de que comience el día 86 de la invasión rusa. “Es un infierno, y no es una exageración”, atizó.
Zelenski: “Rusia está provocando un infierno en el Donbass”.
“El bombardeo de Severodonetsk es brutal y sin sentido. Esto terminará con la restauración total de la justcicia en un tribunal internacional” asegura el presidente de Ucrania.@cataplumahttps://t.co/hKTPVTpYqR pic.twitter.com/YsK0UJNkiU
— La Vanguardia (@LaVanguardia) May 20, 2022
El Ministerio ucraniano de Defensa dijo ayer que las fuerzas rusas estaban impidiendo a los civiles salir de la zona del este del país conocida como Donbass, que contiene vastos territorios de población rusoparlante, algunos de ellos separatistas, enfrentados con el Gobierno de Kiev desde hace ocho años.
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Las fuerzas rusas están rodeando Severodonetsk, donde al menos 12 personas murieron y otras 40 resultaron heridas en un bombardeo en las últimas horas, y en la misma situación está la vecina Lisichansk, separada de la primera por un río que marca el frente de la guerra, reportó la agencia de noticias AFP. .
Concluida la rendición de los militares ucranianos en una enorme planta de acero de la sureña Mariupol, ahora ya definitivamente en poder de las fuerzas rusas, Severodonetsk y Lisichansk representan el último reducto de resistencia ucraniana en la zona este y sureste.