El pasado 1 de julio, a Héctor Dionisio Aguilar (64) parece haberselo tragado la tierra. Tras una ardua investigación, los pesquisas pusieron el ojo en el departamento mendocino de San Rafael. En las últimas horas se concretaron 12 detenciones en el sur de la provincia.
Con el avance de la causa, los sabuesos sostuvieron que el hombre fue asesinado a fin de ocultar otro delito, que aparentemente sería un robo.
El abogado querellante de la familia de Aguilar, Daniel Fernández, horas atrás indicó: “Aguilar habría sido engañado a través de las redes sociales y conducido hacia un determinado lugar de San Rafael en donde evidentemente, se han apoderado de sus bienes y lo han hecho desaparecer”.
“La investigación permitió establecer dónde estuvo y que hubo una maniobra delictiva, restando saber que ha sucedido con sus restos”, continuó diciendo el letrado.
Voceros judiciales confiaron a los colegas de Info Ya que Aguilar sufrió un engaño por medio de un perfil falso de las redes sociales.
Aparentemente, esa cuenta era manejada desde la penitencia sureña. Los responsables del engaño lo habrían convencido de ser una persona que conocía de antes, y le pidieron que transfiera dinero a billeteras virtuales.
Pero esto no es todo. Además, le solicitaron que viajara a San Rafael, departamento en el que se habría perpetrado el hecho.
Con estas pistas en su haber, la policía sureña realizó allanamientos en las localidades de Cuadro Nacional, Salto de las Rosas y Ciudad.
“De los detenidos, cuatro estarían vinculados con la causa de manera directa”, dijo el abogado querellante.
“Entre los detenidos hay convictos, exconvictos y personas con pedido de búsqueda” añadió Fernández, quien indicó que una de las probabilidades es que “habría sido engañado por una supuesta hija que lo contactó y ya le había sacado dinero a través de transferencia bancaria y ahora parece que le pidieron algo más para encontrarse con la hija y todo fue para hacerse de sus bienes y quitarle la vida”.
Los investigadores clonaron la tarjeta SIM del teléfono de la víctima y llegaron a la conclusión que llegó a Cañada Seca y allí fue abordado por una persona que había salido recientemente de la penitenciaría, y que el día siguiente, empezó a circular con el vehículo de la víctima e intentó vender las autopartes del mismo.