La Reina Isabel murió ayer a sus 96 años, luego de pasar 70 años en el reinado. Se convirtió en soberana en el año 1952, luego de la muerte de su padre. Desde allí, asumió el compromiso de ser monarca y de acompañar al pueblo todo lo que más pudo.
En honor a su persona, se dispararon 96 cañonazos, uno por cada año de su vida.
En Londres, el Ejército disparó la andanada desde Hyde Park y la Torre de Londres, mientras que también hubo cañonazos desde los castillos de Edimburgo (Escocia) y Cardiff (Gales) y en otras ubicaciones como Belfast (Irlanda del Norte), Plymouth y Gibraltar, además de en buques en el mar.
Quien ahora estará a cargo de la corona será su hijo Carlos III, que tiene 73 años. Al respecto de la muerte de su madre, el hombre expresó: “Era una soberana querida y una madre amada”. Sostuvo que su muerte es “un momento de gran tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia”.