Carlos Santiago Kirchner, primo del expresidente Néstor Kirchner, declaró durante una hora y media ante la Justicia para explicar el origen de sus bienes, valuados en unos 2,5 millones de dólares, y dijo que los obtuvo a través de la herencia que le dejaron su padre y su abuelo.
Kirchner, acompañado por su abogado Mariano Fragueiro, declaró ante el juez federal Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita, que impulsa esta investigación por presunto enriquecimiento ilícito que abarca también a la esposa del exfuncionario y a su hijo.
La fiscalía lo acusa de tener 14 propiedades, 14 autos, una embarcación y gastos tres veces superiores a sus ingresos; todo ello, sin poder justificarlo. Además de esta causa, Carlos Kirchner está siendo juzgado con Cristina Kirchner en el caso por el presunto direccionamiento de las obras públicas santacruceñas en beneficio de Lázaro Báez.
Ante el juez y el fiscal, Kirchner explicó el origen de sus propiedades. Dijo, por ejemplo, que un departamento que adquirió en Miami lo compró con dinero proveniente de una cuenta del exterior del Lloyds Bank, abierta antes de su ingreso en la función pública, que fue en 2005. Aportó los resúmenes de esa cuenta, dijeron a LA NACION allegados a su defensa.
Señaló que otros bienes eran de su padre y de su abuelo y que ingresaron en su patrimonio luego de un juicio sucesorio del que también participaron sus hermanos. Kirchner aportó al juzgado las constancias de esas actuaciones judiciales.
Además, sostuvo que a Unidad de Información Financiera (UIF) valuó en casi seis millones de dólares un departamento en Puerto Madero de 50 metros, que no tiene ese valor, porque, a lo sumo el metro cuadrado en el lugar ronda los 6000 dólares.
En una audiencia que se desarrolló con cordialidad, sobre todo teniendo en cuenta que Kirchner estuvo preso dos años por orden de Ercolini, el acusado aportó documentación sobre sus bienes, y precisó que muchos de ellos son anteriores a su ingreso en la función pública, en el Ministerio de Planificación que comandaba Julio De Vido.
Su riqueza
En concreto, a Kirchner se lo acusa de no poder justificar la posesión de 14 propiedades, 14 autos, una embarcación y, además, tener gastos tres veces superiores a sus ingresos. Asimismo, se encuentra involucrado junto a Cristina Fernández de Kirchner en el juicio por presuntas irregularidades en el direccionamiento de obra pública a favor del empresario Lázaro Báez.
“En efecto, si se toman por un lado los ingresos por el sueldo de Carlos Santiago Kirchner, los ingresos declarados por aquél ante la AFIP por rentas y trabajos independientes, los ingresos declarados por su cónyuge y por su hijo Carlos Jorge, aquellos derivados de la venta de inmuebles y de automotores -muchos de los cuales su adquisición tampoco se encuentra justificada- y los resultados netos de la firma K-Sanc S.A. y los comparamos con los gastos de mantenimiento declarados por Carlos Santiago Kirchner, Cecilia Catalina Saade y Carlos Jorge Kirchner aquellos empleados para la adquisición de inmuebles y automotores, las donaciones de dinero en efectivo, los aportes societarios, la adquisición de la embarcación, las operaciones de cambio, la variación de los saldos de cuenta y el ahorro de dinero en efectivo, llegamos a la conclusión que los gastos superan en más de tres veces a los ingresos”, señaló el fiscal Pollicita.
Son 14 los inmuebles en posesión de Kirchner: 13 en Argentina y uno en el exterior. Según el Tribunal de Tasaciones de la Nación, tienen un valor de US$1.855.154 y 1.000.320 pesos. En tanto, la propiedad ubicada en Miami, Estados Unidos, está cotizada US$ 625.000.
En cuanto a la lista de vehículos, la Justicia precisó que se trata de los siguientes autos: “Porsche Cayenne, Audi A3, Audi A5, Mercedes Benz E350 coupé, Mercedes Benz C63 AMG, Peugeot 4008 Feline, Subaru Forester, Peugeot 308 y Toyota Hilux, dos Volkswagen Golf, Volkswagen Saveiro, Renault Torino y Volkswagen Escarabajo”.
Según la fiscalía, Kirchner “registró un aumento patrimonial apreciable e injustificado con posterioridad a la asunción del cargo de Subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal y hasta dos años después de haber cesado en su desempeño, en tanto se corroboró que sus ingresos prima facie comprobados no fueron suficientes para cubrir los gastos por él declarados para lograr el sustento propio y el de su grupo familiar”.