Daniel Eduardo Ostropolsky tiene 71 años y sufre de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y decidió hablar sobre su petición para que la eutanasia sea legal. Se trata de un hombre que ha sabido ser subsecretario de Recaudación y Control en el Ministerio de Hacienda durante el gobierno de Santiago Felipe Llaver y director del Banco Nación durante la presidencia de Fernando de la Rúa.
Su solicitud apunta directamente al Congreso de la Nación y tiene que ver con que una persona pueda decidir cuándo terminar con su vida.
“Es una enfermedad que no te quita la facultad cognitiva porque lo que se muere son las células motoras pero no las sensitivas. Tiene algo que es penoso que implica perder la dignidad personal y yo, como ciudadano, abogado, padre y abuelo quiero tener la libertad de poder elegir y no tener que resignarme a una vida que no es la que quiero para mí, ni para mi familia, ni mis seres queridos”, argumenta.
Es un hombre sonriente que cuenta haber empezado en 2017 con una leve pérdida de fuerza en su mano derecha y que luego, tras diversos estudios, en 2018 le diagnosticaron ELA.
Es una enfermedad que ataca a la parte motoneuronal, que es la encargada de hacer funcionar los músculos del cuerpo, afecta a 3 de cada 100 mil habitantes y no tiene cura, por el contrario, es degenerativa. Se trata de la misma con la que fue diagnosticado el ex ministro de Educación y senador nacional de Juntos por el Cambio Esteban Bullrich.
”Se conoce muy poco y algunos especulan con que en un porcentaje es genética, pero no hay precisiones determinantes en ningún campus. Solo se sabe que es terminal”, comenta en diálogo con Los Andes, agregando que la media de vida estimada una vez que la enfermedad se apodera de una persona es de 3 a 5 años de vida.
“La evolución transita varias etapas. Una de ellas es que se va perdiendo movilidad de todos los músculos, pero deja incólume la sensibilidad y la capacidad cognitiva. Es decir, uno sabe lo que le está pasando y siente los dolores hasta que en el mejor de los casos se llega a un estado de absoluta inmovilidad y solo se pueden mover los ojos en última instancia”, describe.
“Es la sensación de angustia, dolor que no es solo del paciente sino también de sus seres queridos que sufren con tu sufrimiento”, destaca al hacer referencia al estado angustioso que vive una persona sabiendo, incluso, que lo que atraviesa es mejor que lo que vendrá.
“Cuando se quiebra ese sentimiento (de amor), al estar en una situación denigrante, absurda, que conduce a alejarme cada vez más de ese amor, se pierde el sentido de la existencia y no hay motivos para seguir”, insiste.
No se permite que mediante medios farmacológicos una persona pueda decidir si quiere dejar de vivir en determinadas circunstancias: “Me gustaría tener la tranquilidad de que en un tiempo no voy a tener que sufrir dolor e indignidad”, dice.
“Suena absurdo que un animal pueda ser sacrificado cuando está sufriendo y no tiene cura y no se le pueda dar a una persona la posibilidad de morir en paz. La Constitución consagra a la libertad como uno de los bienes más preciados y no puede ser coartada, le moleste a quien le moleste”, finaliza Ostropolsky.
El senador Esteban Bullrich sufre de Esclerosis Lateral Amiotrófica, ¿en qué lo afecta?