A pocos días de cumplirse un año de que el presidente Alberto Fernández enviara al Senado la propuesta del juez Daniel Rafecas como nuevo procurador general de la Nación, su pliego permanece trabado entre planteos del oficialismo y rechazos de la oposición, junto al del presidente del Banco Central, Miguel Pesce.
El pliego de Rafecas como jefe de los fiscales fue enviado por el Poder Ejecutivo el 10 de marzo de 2020, mientras que el de Pesce ingresó en diciembre de 2019, pero ninguno de los dos avanzó un milímetro en la Comisión de Acuerdos que encabeza la mendocina Anabel Fernández Sagasti (Frente de Todos), secundada por el cordobés Ernesto Martínez (Juntos por el Cambio).
Mientras que el procurador general no puede asumir sin el acuerdo del Senado, el presidente de la máxima autoridad monetaria sí puede hacerlo, aunque ejerce el cargo “en comisión”, lo que implica que no tiene los seis años de mandato que establece la ley y que puede ser removido por decreto.
Consultado por la agencia Noticias Argentinas, el senador Martínez ratificó que “los pliegos no se han puesto a consideración” e indicó que, si bien en el caso de Rafecas, él votaría en contra de su designación, “en la oposición no hay ninguna decisión tomada” y esperan a que “se ponga de acuerdo el oficialismo primero”.
De esa manera se refirió a la decisión del bloque del Frente de Todos de avanzar primero con un proyecto de reforma de la Ley de Ministerio Público Fiscal para reducir la mayoría necesaria para designar al procurador, que pasaría de dos tercios a la mitad más uno de los 72 senadores.
La iniciativa fue aprobada el año pasado por la Cámara alta y aguarda el tratamiento de Diputados.
En el Frente de Todos evalúan que, más allá de que parte de la oposición pida que se inicie la audiencia pública para tratar el pliego de Rafecas, finalmente no les darán los votos para llegar a los dos tercios.
En Juntos por el Cambio creen, en cambio, que la bancada oficialista mantiene congelado el pliego por razones propias e independientes de la postura de la oposición, y en este sentido, Martínez sostuvo que “indudablemente Rafecas no tiene anuencia del oficialismo”.
“El tema del oficialismo es el desplazamiento de (el procurador interino, Eduardo) Casal, porque posibilita que suban los que lo siguen, más cercanos a ellos”, agregó el vicepresidente de la Comisión de Acuerdos.
De todas maneras, Martínez remarcó que “el Senado hace una evaluación política de los pliegos y esa evaluación política no es positiva en el caso de Rafecas”, tras lo cual marcó una diferencia respecto del pliego de Pesce.
El cordobés sostuvo que “la política económica en Argentina es tan cambiante, que abulonar directores del Banco Central después pude ser contraproducente” y recordó que “también en el gobierno de (Mauricio) Macri se hizo, los directores de la entidad nunca tuvieron acuerdo del Senado”.
Así, Martínez señaló que la falta de tratamiento del pliego de Pesce, a diferencia del caso de Rafecas, se da por un punto de contacto entre oficialistas y opositores respecto del sistema que determina que un mandato de seis años para el directorio del Central.
“En un país normal hay que tener un Banco Central independiente, con un directorio con acuerdo del Senado, pero acá, con una política monetaria y económica tan cambiante, es muy difícil de concretar eso”, concluyó el senador.
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