Los videos de la popular app TikTok tienen una duración desde 3 segundos, hasta un minuto, con un promedio de 15 segundos para la mayoría.
Con esa brevedad podría parecer que no vamos a pasar mucho tiempo en ella: y es que 15 segundos no es como ver un documental de 50 minutos en YouTube; pero en la mayoría de los casos resulta que esa fugacidad no es real.
FayerWayer explica que cuando vemos TikTok entre el momento en que abrimos la app y cuando decidimos regresar del mundo virtual, muchas veces han pasado horas, ¿cuántos videos vimos en ese tiempo? Y sobre todo, ¿por qué pasamos tanto tiempo absortos en ellos?
Una de las razones de esta forma de atraparnos de las redes sociales tiene que ver con que la mayoría de ellas tienen influencia directa en los mecanismos de recompensa de nuestro cerebro.
Sobre todo los mecanismos de recompensa inmediata: un comentario, un like, nos hacen sentir inmediatamente satisfechos porque nuestro cerebro produce dopamina un neurotransmisor relacionado con sensaciones placenteras.
Sin embargo, ese disparo de dopamina que podemos tener en nuestras interacciones en muchas redes sociales, no es lo único que explica nuestras horas dedicadas a TikTok.
En las redes sociales podemos ser generadores de contenidos, recibir retroalimentación, dar retroalimentación, compararnos con otros, pero también podemos ser solo observadores.
Algo que TikTok hace realmente bien es llevarnos de ser simples observadores a hacernos sentir involucrados en esa observación, esa que logra con navegación continua de un video a otro, y a otro.
Lo logra a través de inteligencia artificial que aprende nuestras preferencias de forma muy rápida. A través de la interacción con los contenidos, nuestros comentarios y likes, le dan información a la app de lo que nos gusta, sin necesidad de que nos lo pregunte.